El Vaticano acusa, a la UE de mantener tesís contrarías a los Derechos Humanos

"Es llamativo que el Vaticano ataque a la Unión Europea, cuyos países se destacan precisamente por su defensa de los derechos humanos", comentó Alberdi, ministra española de Asuntos Sociales.La nota del Vaticano, difundida ayer a la prensa, señalaba: "Una coalición minoritaria está bloqueando vigorosamente los esfuerzos de mantener la Declaración y el Programa de Acción de Pekín conformes con las Declaraciones de los Derechos Humanos de la ONU y otros documentos de derechos básicos. La UE figura de forma prominente en este *grupo impidiendo el consenso". Tras esta especie de declaración de guerra, la nota refería los puntos que, según la Santa Sede, está bloqueando la UE.

El primero asegura que una determinada coalición de negociadores de Pekín está haciendo grandes esfuerzos para retirar toda referencia a la dignidad humana del documento". El origen del conflicto está,, según la UE, en la postura europea de intentar tachar algunas referencias a los "derechos universales ",ya que previamente y en muchas partes del documento se habla de "derechos humanos".

Quizá el punto de más profunda fricción está en el artículo que habla de la religión. El Vaticano propuso incluir una referencia amplia sobre ese asunto y el texto que ha llegado aquí no le convence porque destaca también su lado negativo. La primera parte del artículo dice así: "La religión desempeña una importante función en las vidas de millones de mujeres, en la manera en que viven y en las aspiraciones que tienen para el futuro. Si bien, toda forma de extremismo, sea religioso o laico, tiene repercusiones negativas para la mujer en la forma de violencia y discriminación, es menester crear una atmósfera moral y ética que impida toda forma de corrupción en la sociedad y de explotación de la mujer...".

Papel retardatario

La postura inicial de la Unión Europea era no hacer mención alguna a la religión "Nos. parecía poco apropiado en un documento sobre la mujer, dado que el lugar de la liberación de la mujer no es precisamente la religión. El papel retardatario que ha jugado siempre la religión con respecto a la mujer es evidente". Sin embargo, la Unión Europea, que mantiene su voluntad de evitar la confrontación ya estaba redactando ayer un nuevo párrafo recogiendo la importancia social de la religión y evitando destacar sus efectos negativos.

Donde la Unión Europea no va a ceder, sin embargo, es en una segunda cuestión planteada por el Vaticano y que ya fue debatida en, anteriores conferencias de la ONU. La Santa Sede insiste en que hay que hablar de "familia" y la Unión Europea prefiere esta palabra en plural, "familias" -para que no sólo tengan cabida en ellas las tradicionales- "Las monoparentales o las de parejas no casadas también son familias", dijo Alberdi, que en la Conferencia (en la que están representados 181 países), actúa de portavoz de la UE al estar la presidencia en manos españolas. "Pero el Vaticano insiste en que ello equivale a admitir también parejas de homosexuales". Algunos países europeos admiten el matrimonio homosexual."Sobre este asunto no vamos a volver atrás",, afirmó la ministra española, "porque esta forma plural de familia ya está aceptada en la Conferencia (le Desarrollo Social de Copenhague.

El papel del padre

Tampoco la Unión Europea quiere dar marcha atrás en otro punto conflictivo y que consiste, sencillamente, en que las representaciones europeas quieren que se reconozca la importancia del papel del padre y que no quede la tradicional y única mención del papel de la madre.

La nota del Vaticano dice: "Los negociadores están intentando eliminar en párrafos clave del documento todo reconocimiento de los derechos de los padres y sus responsabilidades". Joaquín Navarro Valls, portavoz de la Santa Sede, dijo ayer que "una activa coalición ha intentado, agresivamente, eliminar todas las referencias a la religión, a la moral, a la ética y a, la espiritualidad, excepto donde la religión es presentada negativamente". Pero añadió: "El proceso de negociación está abierto".

En la sala de prensa del Centro de Convenciones de Pekín se produjo ayer un tenso enfrentamiento cuando Bella Abzug, una líder estadounidense del movimiento de la mujer, in crepó al sacerdote Peter Elliot, de la delegación vaticana, afirmando que la Santa Sede estaba insultando a las mujeres.