La presión fiscal sobre las empresas cae un 10%
Los comerciantes piden a Álvarez del Manzano que reduzca el IAE como Ruiz-Gallardón
"Busco un sitio donde irme que no sea Madrid. Desde que se creó el impuesto de actividades económicas (IAE) he pasado de pagar 30.000 pesetas a 300.000", asegura C. B., una arquitecta establecida en el distrito de Chamartín. El IAE nació en 1992 en sustitución de otros tres impuestos: el de radicación, el de gastos suntuarios y el de publicidad. Desde entonces, los 170.000 madrileños que pagan el nuevo tributo sufren las consecuencias del cambio de modelo tributario.
"El recorte que ahora aplicará la Comunidad no supondrá nada, porque sólo afectará un recargo sobre la cuota mínima. Es el Ayuntamiento el que, con sus dos recargos, dispara el precio final a pagar. Y si estás en una calle conocida del centro, la factura es astronómica", se queja C. B. En su caso, el último recibo del despacho de arquitectura que regenta señaló una cuota mínima de 117.918 pesetas. Con los recargos municipales la cuota se elevó hasta 291.847 pesetas. A esa cantidad hay que sumarle el recargo de la Comunidad, que le supuso 47.167 pesetas (el 40% de la cuota mínima). Como el próximo año ese recargó bajará a la mitad, C. B. se ahorrará 23.583 pesetas en el recibo final, un 7% sobre lo que paga actualmente. "Con ese dinero no voy a crear ni un puesto de trabajo ni nada", concluye esta profesional, elegida en su sector como un ejemplo medio de afectada.
En la amplia escala de descuentos hay casos más y menos favorables, aunque la reducción del recargo autonómico en el IAE aprobada por el nuevo Ejecutivo regional supondrá un descuento medio en los recibos del 10%, condicionado a que los municipios no toquen sus coeficientes, lo que sumaría repercusiones mucho más favorables.
Efectos poco visibles
Sin embargo, si el Ayuntamiento de Madrid, la capital, eleva su coeficiente en el mismo porcentaje de la inflación, como ha anunciado el concejal de Hacienda, Pedro Bujidos, el efecto de la rebaja fiscal de la Comunidad será aún menor.A. J., abogada en su segundo año de ejercicio, paga 43.974 pesetas con una bonificación del 50% por ser novel y un recargo de 8.580 pesetas de la Comunidad. En 1996 se ahorrará 4.290 pesetas. Insuficiente: "No me sacan de ninguna miseria".
G. F., un cuarentón dedicado a la producción de vídeos y establecido en Ciudad Lineal, se ahorrará 9.000 pesetas con la bajada del recargo del IAE; paga actualmente 110.000 pesetas, de las que 18.000 corresponden a la Comunidad de Madrid. Al conocer los cálculos se pregunta: "¿Qué incidencia pueden tener 9.000 pesetas al año en ninguna empresa? Pues ninguna. El impuesto verdaderamente importante es el IRPF, pero ése no lo bajan. Si alguien dice que la medida sirve para crear empleo está haciendo demagogia. A mi sólo me produce hilaridad". G. F. ofrece alternativas a los expertos del PP: "Lo que tiene que hacer la Administración es pagar a tiempo. Deber un servicio durante 18 meses sí ahoga a una empresa, pero no este impuesto".
Cuando el PP, tras ganar las elecciones autonómicas, levantó las alfombras de la Consejería de Hacienda se encontró con que la Administración regional debía unos 53.000 millones de pesetas a cientos de empresas y proveedores por trabajos ya realizados. El anterior consejero, el socialista Ramón Espinar, señala que también sucede que otras administraciones deben dinero a la Comunidad.
V. M. C. es el propietario de un bar -100 metros cuadrados y siete trabajadores- abierto en el distrito de Moncloa. Agradece el gesto del Gobierno regional del PP. Ahora paga 110.181 pesetas (13.406 corresponden al recargo de la Comunidad). En 1996 se ahorrará 6.703 pesetas. "No es una cantidad que resuelva los problemas de mi negocio, aunque, lógicamente, cualquier tipo de ayuda viene bien", dice.
El aplauso del comerciante
Los pequeños comerciantes también aplauden la medida. Salvador Bellido, portavoz de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Copyme), considera "un paso adelante muy positivo" el acuerdo fiscal del Gobierno de Ruiz-Gallardón. Y matiza: "Saludamos la rebaja, pero también deben aplicarla los alcaldes. Ni el señor ÁIvarez del Manzano ni ningún otro alcalde que se precie puede basar sus presupuestos en el IAE que pagan las pequeñas y medianas empresas". Bellido ofrece su solución al paro: "Para salir de la crisis es necesario que haya una reducción de la presión fiscal, así podremos consolidar los puestos de trabajo y crear más en nuestro propio beneficio, porque a más empleo, más consumo". El representante de los pequeños y medianos negocios de Madrid recuerda que, desde siempre, su asociación se opuso al IAE.Los propietarios de locales de ocio también se beneficiarán de la rebaja. En Madrid, pagan un recargo especial por encontrarse en una ciudad cuya población supera el millón de habitantes. Una discoteca de 500 metros cuadrados situada en la calle de Princesa pagaría ahora 1.112.000 pesetas, de las que 137.600 corresponderían al recargo de la Comunidad. Con la disminución de este recargo en un 50%, el empresario de esa discoteca se ahorrará 63.800 pesetas. "Todo lo que sea rebajar unos tipos impositivos que están haciendo puré a este sector es bueno", dice Salvador López, secretario técnico de la Asociación de Salas de Fiestas y Espectáculos. "Más o menos directamente, la medida influirá en la contratación", vaticina.
Para los empresarios de las salas de fiestas y espectáculos el IAE supuso hace dos años un duro golpe. "Nuestro sector empezó a pagar un 500% más de lo que pagaba por los impuestos que fueron sustituidos por el IAE. Antes, una discoteca normal pagaba 100.000 pesetas al año. Ahora, el recibo supera las 600.000. Y hay casos tan aberrantes como el que una pequeña sala llegue a pagar un millón de pesetas por estar en una calle principal de Madrid, sin tener en cuenta la facturación. En poblaciones de más de 500.000 habitantes los coeficientes que gravan la cuota mínima son enormes", explica Salvador López.
El portavoz de los propietarios de discotecas, de las que hay más de 300 en Madrid, aplaude el regalo fiscal de Ruiz-Gallardón, aunque hace otro ruego: "Nosotros también pedimos a los ayuntamientos que hagan un esfuerzo como el que ha hecho la Comunidad de Madrid, para que esa recaudación no sea tan abusiva".
Grandes almacenes e hipermercados ahorrarán más de 500.000 pesetas con la rebaja fiscal si tienen una superficie de 10.000 metros cuadrados.
Los portavoces de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) menosprecian esta rebaja tributaria: "Afectará fundamentalmente a los pequeños comercios", dicen. Su desinterés se explica por la negociación actual de la ley de comercio, que deberá establecer si continúa la restricción de horarios comerciales y la prohibición de abrir en domingo. Un asunto que les importa mucho más que esta reducción de impuestos".
División de opiniones
La medida no ha conseguido poner de acuerdo a sus beneficiarios. La moderada satisfacción de los pequeños y medianos comerciantes (Copyme), el menosprecio de los profesionales autónomos (arquitectos, abogados...) y el desprecio de los grandes empresarios de la distribución alimentaria (ANGED) resumen la repercusión social de esta primera rebaja de impuestos en la Comunidad de Madrid.La apuesta por abaratar tributos fue una de las promesas de Alberto Ruiz-Gallardón en la campaña electoral. Una vez que el proyecto de ley sea aprobado en la Asamblea -el PP tiene aquí mayoría absoluta-, los recibos del IAE de 1996 ya registrarán la bajada.
El precio final que deberá abonar el contribuyente, no obstante, puede mantenerse igual que hoy si los ayuntamientos mueven sus recargos. Los municipios cuyos plenos aprueben correcciones al alza en alguno de los coeficientes del impuesto enterrarán el efecto de la rebaja fiscal de Ruiz-Gallardón, porque los contribuyentes no podrán descubrir el descuento de la Comunidad. Incluso pueden llegar a pagar más que este año.
En la Asamblea de Madrid, los socialistas han anunciado su voto en contra de la reducción si el articulado de la ley no se modifica. Juan Antonio Ruiz (PSOE), portavoz adjunto del grupo socialista en esta legislatura, propone diferenciar entre empresarios generadores de empleo fijo y puros especuladores.
En el Ayuntamiento de Madrid, la oposición municipal considera un "brindis al sol" la medida del Gobierno regional si no llega acompañada de reducciones similares en la Casa de la Villa. "Está visto que la política fiscal del PP es un puro caos. En la Comunidad bajan el impuesto y aquí, como hacen todos los años, lo subirán", recalca el edil de IU, Franco González.
El grupo socialista, que preside el ex alcalde Juan Barranco, anunció el pasado miércoles su intención de proponer al próximo pleno una bajada de los coeficientes que Madrid aplica al IAE, "siempre buscando una fórmula de potenciar la actividad económica y relanzar el empleo".
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