La oposición acepta la propuesta del PP de abrir las listas electorales

La posibilidad de dividir la Comunidad en varias zonas electorales -circunscripciones- aparece cada día más lejana, al tiempo que se abren puertas, desde el PSOE e IU en la oposición, a la opción de dar más oportunidad a los electores para opinar y "reordenar" a su gusto las listas que presenten los partidos. A esta alternativa, en IU no la quieren llamar listas abiertas, pero tampoco cerradas. El PSOE desea conocer la letra y la música de esa idea, aunque la intuye con buenos ojos. Ambos partidos, además, presumen de haber aplicado ya en sus organizaciones sistemas abiertos en elecciones internas. Ruiz-Gallardón es optimista ante un próximo acuerdo.El presidente madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, presentará ambos proyectos de reforma de la ley electoral, anunciados en su sesión de investidura y permitidos por el estatuto, en el plazo de un mes a PSOE e IU. También avisó de que ninguna de esas leyes se impondrá por mayoría absoluta y sólo se considerarán si las aceptan por consenso los dos partidos de la oposición.

En IU el rechazo es frontal a variar el sistema para favorecer varios o múltiples distritos electorales, porque modificaría el actual sistema proporcional casi directo por uno mayoritario "contradictorio con la Constitución", según confirmó ayer Juan Antonio Candil, su portavoz parlamentario. El portavoz del PSOE, Jaime Lissavetzky, sin embargo, tampoco descarta debatir sobre esa opción porque cree que ya ha llegado el momento en esta democracia, de favorecer Gobiernos más estables.

El contenido de estas dos leyes básicas se desconoce, pero el portavoz de IU presume, con respecto a la intención de abrir las listas, que la idea de Ruiz-Gallardón se puede quedar "un poco corta y conservadora porque parece limitarse a un desbloqueo de listas cerradas por cada partido". Candil, de IU, entiende que lo óptimo sería que el ciudadano pudiese elegir "a los mejores", según la máxima del Gobierno del PP regional, "indistintamente de cúal sea su partido o del orden que ocupen en cada lista y sin limitarse sólo a poner una cruz sobre los nombres que impongan los partidos".

Lissavetzky está muy interesado en discutir todo lo que signifique un acercamiento de la política a los ciudadanos, pero sin que se olvide que fundamentalmente se vota por ideología. El portavoz socialista vislumbra dos reparos, similares a los que también plantea Candil: la facilidad que se podría conceder con esa medida a la entrada en política de populistas y personalistas que prescindan de los programas ideológicos y que los electores penalicen a los políticos más conocidos precisamente porque saben quiénes son frente a candidatos más anónimos.

Ambos portavoces, no obstante, admiten que hay tantos sistemas posibles de listas abiertas que es prematuro opinar antes de saber por cúal se ha pronunciado Ruiz-Gallardón.