¿Democracia eclesial?

Respecto a la polémica desatada en torno a la designación del obispo de Bilbao, mi opinión es que lo fundamental para la inmensa mayoría de la gente no es si el obispo es de Euskadi o no, o si sabe la lengua o no, sino que puede perfectamente indicar el descontento de un pueblo, nada conservador, a aceptar la imposición de un obispo designado y no elegido popularmente, con ideas aparentemente en la línea del Vaticano.¿No será, en el fondo, una protesta, y a la vez un grito, que no nos atrevamos a veces a decir en alto, contra la jerarquización de la institución de la Iglesia y su falta de democratización? Quizá en una sociedad avanzada como la nuestra Io que estamos pidiendo sea un Iglesia democrática.- Julia Vaquero Martín. .