YeItsin amenaza a GonzáIez con revisar su relación con la Alianza Atlantica
Al tercer día dio un puñetazo encima de la mesa. Setenta y dos horas después de que se reanudasen los bombardeos de la OTAN sobre los serbios de Bosnia el presidente ruso,Borís Yeltsin, mostró abiertamente su enfado e incluso amenazó con reaccionar y reconsiderar sus relaciones con la Afianza Atlántica. Lo hizo ante Felipe González, que acudió a visitarle en calidad de presidente de la Unión Europea (UE), acompañado por el presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer. Ambos huéspedes se esforzaron, sin embargo, por restar importancia a las críticas de su anfitrión.
Coincidiendo con la llegada a. Kremlin de González y Santer, Yeltsin publicó un comunicado en el que asegura que los ataque aéreos "quiebran los esfuerzo, en pro de un arreglo pacífico del conflicto" e infringen el marco legal fijado por la ONU. Después de poner a la Alianza Atlántica en la picota amenaza: "Si esta. línea de actuación continúa tendremos que revisar nuestra estrategia a la luz de estas circunstancias e incluso las relaciones con la OTAN".Tras la reanudación de los bombardeos, es la tercera vez que las autoridades rusas reaccionan, pero nunca lo habían hecho a tan alto nivel y de forma tan contundente y reiterativa en opinión de diplomáticos occidentales acreditados en Moscú. El contenido del comunicado fue repetido por Yeltsin en la sesión de trabajo con González y Santer y después en una conferencia: de prensa conjunta.
Reunido a puerta cerrada con sus dos huéspedes europeos, el líder ruso les preguntó, de entrada, cómo podían imarginar a su país de la seguridad europea poniendo en marcha una ampliación de la OTAN a los antiguos satélites soviéticos. "Esto significa un regreso inmediato a los dos bloques", advirtió. "Significa un cordón sanitario" en tomo a Rusia con la creación de "dos bandos que se combaten".
"¿Cómo podemos nosotros firmar un acuerdo con la OTAN cuando esta organización está bombardeando a los serbio?" concluyó su primera intervención. Yeltsin establece así un nexo entre el conflicto en la antigua Yugoslavia y las relaciones de Moscú con la Alianza Atlántica, con la que ha suscrito la Asociación para la Paz, y utiliza un nuevo instrumento de presión para ser. tenido en cuenta.
En confer encia de prensa añadió el gesto a las palabras. Levantó un'dedo acusador y también un poco la voz para recalcar que "puede llegar el momento en que Rusia tenga que dar una respuesta adecuada" a lo que sucede en Bosnia. "Eso es inadmisible", añadió antes de anunciar que acaba de firmar un decreto para suministrar ayuda humanitaria a Serbia, una decisión que no viola el embargo.
Washington toma nota
[Mike McCurry, portavoz del presidente Bill Clinton, comentó que la contribución de Rusia al plan norteamericano de paz para Bosnia es "muy importante" y que había tomado nota del malestar del Yeltsin con los bombardeos, informa Reuter. "Tendremos nuevas negociaciones con la Federación Rusa"].La reunión de Yeltsin y sus dos visitantes con la prensa en un salón del Kremlin fue caótica. La traducción falló, un diplomático español acabó actuando como intérprete improvisado para los periodistas y el presidente ruso no pudo disimular su ramalazo autoritario. Exigió que se le fórmulase una pregunta a Santer y cuando dio por última vez la palabra pidió que se le preguntase por las relaciones económicas entre Rusia y la UE.
Las palabras de Yeltsin no asustaron a sus interlocutores. "Hay un punto de discrepancia", reconoció González refiriéndose a los bombardeos, pero después de esta confesión hizo largo y tendido hincapié en que Moscú y los occidentales "persiguen el mismo objetivo" en la antigua Yugoslavia: "Instaurar la paz a través de una solución negociada" a la que abre el camino la reunión hoy en Ginebra de los ministros bosnio, serbio y croata de Exteriores. "En ningún momento la OTAN ni la ONU creen que los bombardeos van a resolver el problema de fondo", agregó.
A juzgar por el final de su comunicado, Yeltsin también cree en una solución pacífica y está deseoso de que Rusia juegue un papel relevante en alcanzarla. Su vehemencia constituye ante todo, en opinión de miembros de la delegación española, un intento de apaciguar a las fuerzas nacionalistas y ex comunistas, que exigen mayor contundencia ante la "agresión" de la OTAN a los serbios.
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