El Gobierno insiste en convocar elecciones en marzo, aunque volverá a consultar con Pujol

El Gobierno no tiene previsto alterar su calendario electoral anunciado para el próximo mes de marzo. Así lo manifestó ayer el titular de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba al final la primera sesión del Consejo de Ministros tras las vacaciones estivales. Rubalcaba anunció no obstante una próxima conversación entre los presidentes del Gobierno, Felipe González, y de la Generalitat, Jordi Pujol, y una ronda de contactos con los nacionalistas catalanes y vascos para discutir sobre los presupuestos, cuya entrega a las Cortes por el Gobierno se producirá antes de fin de mes.

El ministro de la Presidencia no obstante, fue prudente en sus estimaciones sobre el calendario electoral y la viabilidad del pacto presupuestario con los nacionalistas. "¡Déjenme quedarme ahí!", respondió cuando le preguntaron si podía garantizar si habría presupuestos para 1996 o finalmente habríá que prorrogar los de 1995 por desacuerdo con los nacionalistas. El "quedarme ahí" no era otra cosa que la voluntad expresada por el Gobierno de negociar con CiU y el PNV. Fió el éxito de la negociación con estas fuerzas en que el proyecto de presupuestos para 1996 mantiene la filosofía de los dos anteriores, negociados con CiU; en sus resultados, que calificó de "buenos", y en la garantía que suponen para consolidar la recuperación económica. (Más información en la página 38).Pero, sobre todo, el Gobierno cuenta con que el líder de CiU, Jordi Pujol, mantiene hoy por hoy sus expectativas de convocar las elecciones catalanes para otoño y respetar, con ello, el acuerdo alcanzado con Felipe Goñzalez, antes de estallar el último capítulo del escándalo GAL, de adelantar las generales a marzo. Además, no es previsible que el presidente de la Generalitat de Cataluña pueda contar con decisiones relevantes del Tribunal Supremo sobre los GAL, procesamientos o archivo de diligencias por falta de pruebas antes de que se le acabe el plazo para decidir si convoca o no los comicios autonómicos para otoño, que se sitúa a fines de este mes.

La próxima conversación -posiblemente telefónica- entre González y Pujol, anunciada por Pérez Rubalcaba para los próximos días, versará sobre el calendario electoral y las condiciones del posible apoyo presupuestario de CiU.

El ministro, mantuvo ver un tono prudente. En ningún momento fue rotundo sobre las previsiones del Gobierno. "Lo mejor es mantener el calendario previsto para la primavera de 1996", manifestó lacónico para reafirmarse en el principio establecido por el Ejecutivo desde que estalló el escándalo GAL de que los tribunales de justicia no deben interferir en el calendario político. Y aprovechó para expresar su acuerdo con el presidente del PP, José María Aznar que ha calificado de "disparate" vincular la decisión del Tribunal Supremo sobre los GAL con la convocatoria de las elecciones. Rubalcaba no se privó, no obstante, de criticar a los dirigentes del PP por "ser los principales causantes de que se mezclen las decisiones judiciales con la política".

El ministro esbozó las líneas generales del programa que el Gobierno trata de llevar adelante hasta fin de año, antes de dar por terminada la legislatura: la Presidencia europea, los presupuestos de 1996 y algunas leyes básicas. Citó expresamente el Código Penal así como las leyes de prevención de riesgos laborales y la del seguro.

Acuerdos del Consejo:

- Prorrogadas las ayudas a los tripulantes y armadores de buques de pesca por paro forzoso en Marruecos. (Mas información en la página 38).

- Ayuda de 31 millones para paliar los efectos de las inundaciones de agosto en Yebra y Almoguera.

Nombramientos:

- Juan Manuel Egea, embajador de España en Helsinki; Genaro González Palacios, director general de Defensa de Ia Competencia; Juan Pérez Rodríguez, director general de Programación e Inversiones del Ministerio de Educación y Ciencia; Ricard Gufiérrez Martí, director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad y Con- SUMO.