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FERIA DE ALCALÁ DE HENARES

Decepcionante mano a mano

El público y la afición de Alcalá de Henares prácticamente llenaron la nueva plaza portátil, para acompañar a los dos novilleros locales promesa de la torería. Pero el mano a mano en parte decepcionó y puede decirse que Encabo se quedó solo. En buena medida por el escaso juego del lote de su compañero Regino Ortés.Derrochó ilusión Encabo en sus tres novillos. Con el capote recibió a su primero por verónicas de rodillas, que sus partidarios corearon con fervor. Una vez puesto en pie remató la serie de una media y un farol a una mano. También en el cuarto fue jaleado por unos lances de saludo que gustaron.

Con las banderillas Encabo fue un torbellino. Fácil y variado, poderoso, encontró novillo en todas partes. Aunque no siempre reuniera en la cara. Destacó el tercer par de rehiletes en el sexto. Lo sacó de su querencia en tablas corriéndole hacia atrás, el novillo le achuchó sin llegar a derribarle, y tras fijarlo a cuerpo limpio en los medios, le puso en el morrillo el par de banderillas. La plaza rugió.

Bayones / Ortés, Encabo

Novillos de Los Bayones, desigualmente presentados, cómodos, mansos, flojos; 3º y 6º sospechosos de pitones. 5º, devuelto. Sobrero, de Gabriel Hernández, soso.Regino Ortés: vuelta; silencio; silencio. Luis Miguel Encabo: dos orejas; ovación; dos orejas. Salió a hombros. Plaza de Alcalá de Henares, 31 de agosto. 2ª corrida de feria. Casi lleno.

La espada la manejó certero y hábil Luis Miguel Encabo. Y con la muleta demostró oficio. Entendió al noble y flojo primer novillo de los Bayones, Y supo templarlo y enjaretarle una faena variada que no careció de enjundia. Terminó la faena por manoletinas con el estoquillador cogido al revés, conocidas como bernadinas; y el trasteo de su último novillo, que se paró enseguida, lo concluyó a base de giraldillas marchosas y oportunas, y en un desplante de hinojos.

Reginó Ortés es un novillero de buen corte, que demuestra tener un excelente sentido del temple. Pero está dicho que no tuvo suerte con el juego de sus novillos, que muy pronto se le pararon. En su segundo novillo realizó su trasteo más completo. Que no remató a espadas, algo que manejó muy mal toda la tarde. El capote, en cambio, en sus tres novillos lo manejó bien: apuntes de perfumadas verónicas y alguna media que tuvo usía.

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