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Crítica:TEATRO: ¡HOMBRES!'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Deslenguadas

El ingenio, con todas sus ventajas y todos sus inconvenientes -de superficialidad, de aserto improbable, de sonrisa o risa sin causa: de chiste-, y un verde lenguaje,- algún gesto obsceno: como se hace ahora, como un copyright de lo juvenil y lo actual. Por las chicas: es más tierno y más gracioso, es más deslenguaje -si se pudiera llamar así a lo que hablan los deslenguados, los desbocados-, es enormemente femenino, en una de las formas de lo femenino que consiste en dar suavidad y dulzura a la enormidad. Que es lo contrario de lo que se trataba de demostrar. Aunque suficiente para hacer reír, hasta excesivamente, sobre todo a las mujeres espectadoras (digo, por la agudeza del sonido colectivo o por las destacadas interrupciones individuales de las espectadoras): las habituales y las especiales, las solitarias y las emparejadas con cualquier sexo de compañía.De muchas más contradicciones está hecho este espectáculo. Es un cabaret literario, pero se construye como teatro. Es una burla del hombre, pero está escrito por hombres, incluso por muchos. Es una confesión masculina, pero está representado por mujeres. Es un monólogo, o varios monólogos, pero colocados como ante un espejo para que en el lugar de la solista haya unos espejos y se multiplique. Es una nadería: no lo digo en tono peyorativo, porque Chesterton hablaba con grandeza de las "tremendas naderías" (tremendous triffles), pero tampoco es tremenda. No va a dar mucho que hablar, pero puede dar mucho que reír y que discutir. En casa.

¡Hombres!

¡Hombres! de Francesc Pereira, Ferran Verdés, Sergi Belbel y Josep M. Beneti Jornet. Intérpretes: Mamen Duch, Miriam Iscla, Martá Pérez, Carme Pla y, Ágata Roca. Dramaturgia: T de Teatré y Sergi Belbel. Espacio escénico y vestuario:Mónica Quintana. Música original:Oscar Roig. Compañía T de Teatre. Dirección: Sergi Belbel.Marquina, 24 de agosto.

Las chicas son buenas actrices, graciosas, agradables. Los hombres son acreditados escritores que han hecho lo que antes se llamaba en el teatro "apropósitos" -piezas breves, de circunstancias-, ahorrando su talento para ocasiones mayores: a lo mejor, la disminución del gasto de talento da mejores resultados, y el ingenio puede ser mejor que el genio.

Dura poco: hora y media. Chicas, monologuistas, dramaturgia, buena voluntad de los espectadores, dan de sí lo suficiente: pasan la prueba. Las risas agudas y graves, y los aplausos y los grititos de actualidad -"uhuh-uh-uh-u..."- subrayaron su validez, ya que no su valía.

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