Zaire decide suspender las deportaciones masivas de refugiados de Ruanda

Tras haber atraido, la atención de la comunidad internacional sobre el problema que plantea la acogida de más de un millón de refugiados de Ruanda y Burundi, el Gobierno de Zaire suspendió ayer la operación de deportaciones masivas que el Ejército de este país venía efectuando desde el sábado. Las negociaciones entre el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Kinshasa han surtido efecto. Dos coroneles zaireños comunicaron la noticia a los representantes de la organización en los campamentos de Bukavu y Uvira. Las operaciones de retorno comenzarán hoy y las autoridades zaireñas han prometido cooperar.En cinco días, más de 15.000 personas, mujeres y niños en su mayoría, han sido obligadas a dejar los campos de refugiados. Y más de 173.000 huyeron, presas del pánico por la brutalidad de los soldados y ante el terror de ser deportados a sus países, donde la violencia étnica se cobra vidas diariamente.

Ahora, las organizaciones humanitarias han comenzado a enviar portavoces a las montañas donde se esconden los refugiados hutus para intentar que regresen. Los campamentos que dejaron atrás han sido saqueados e incendiados, pero, según ha constatado el ACNUR, las infraestructuras y los conductos de agua potable están intactos.

La operación iniciada por Zaire podría convertirse, ahora bajo los auspicios de la ONU, en un programa de repatriación voluntaria. Esta había sido de hecho la única condición de ACNUR para hacerse cargo de los refugiados. Muchos de ellos temen que el Gobierno tutsi tome represalias por las matanzas perpetradas el año pasado en Ruanda, cuando más de medio millón de tutsis y hutus moderados fueron asesinados. Sin embargo, miembros de la ONU han asegurado que un número considerable está dispuesto a volver a sus hogares, puesto que han recibido cartas de líderes de los refugiados en las que expresan su deseo de ser repatriados, siempre que la ONU se ocupe de los traslados y que el Ejército zaireño se retire de todos los campamentos.

Las negociaciones entre Zaire y el ACNUR seguirán la próxima semana, cuando llege a Kinshasa la alta comisionada para los refugiados, Sadako Ogata.