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El 'comando' etarra burla el cerco y vuelve a su guarida en Guipúzcoa

Pedro Gorospe

El comando Donosti de ETA ha vuelto a su guarida. Desde que el pasado jueves sus integrantes intentaron volar la casa cuartel de Arnedo (La Rioja), no han tenido descanso. Después de seis días de una accidentada huida y de intensa búsqueda por parte de la Guardia Civil y de la Ertzaintza, sus tres miembros se dejaron ver el martes, a punta de pistola, en una caravana en la localidad alavesa de Otazu, a 15 kilómetros al sureste de la sierra de Badaya.

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El etarra José Francisco Segurola encañonaba a un vecino de Vitoria y a su esposa para que les trasladara con su coche hasta el corazón de Guipúzcoa, Andoain, casi al mismo tiempo que el director general de la Guardia Civil, Ferrán Cardenal, supervisaba el cerco policial de la sierra.El matrimonio notó que la puerta de la caravana estaba forzada, pero no les extrañó demasiado, ya les habían robado otras veces. Al abrir la portezuela, Ignacio Ibarrondo, director del Banco de Vasconia, de Vitoria, y su esposa, se dieron un susto de muerte. Habían comentado más de una vez la operación policial contra el comando Donosti en la sierra de Badaya, pero jamás se imaginaron que los iban a conocer. De la oscuridad de la caravana, asomó el cañón de una pistola.

"Les apuntaron con una pistola grande y dos pequeña?, explica un familiar suyo. Los tres integrantes del comando, uno de ellos con numerosas heridas y rasguños en la cara, les invitaron a entrar. Eran aproximadamente las 18.00 del martes, poco más o menos la misma hora en la que alguna emisora de radio transmitía en directo las declaraciones del director general de la Guardia Civil, Ferrán Cardenal, a 15 kilómetros de allí, en el cerco de Badaya.

El miedo y la tensión ganaban. en densidad en un espacio oscuro como la caravana, de unos 10 metros cuadrados, en el que cinco personas convivieron durante al menos una hora. Durante ese tiempo los terroristas les explicaron la situación y se mantuvieron a la escucha permanente de la radio. Tras las oportunas órdenes, Ibarrondo se sentó al volante de su coche junto a dos terroristas. El que tenía la Cara herida se introdujo en el maletero y abandonaron a la mujer en la finca.

La zona que rodea al caserón que tomaron como escondite era perfecto. Disponían de un río hundido en el terreno unos dos metros, y en la parte de atrás de la casa hay una puerta abierta que da acceso a un sótano oscuro y lleno de herramientas. La casa, alejada del pueblo de Otazu. unos 300 metros, era visitada por los propietarios, tres hermanos y sus familiares, cada dos días. Además, tenían una caravana con agua potable, camas y dos radios que les ha permitido sobrevivir en la zona los seis días. Su dieta alimenticia se basó en moras y membrillos.

"Estamos en condiciones de confirmar casi al 100% que los huidos son los terroristas que atentaron contra la casa cuartel de Arnedo", dijo el gobernador civil de Álava, Víctor García, poco después de las 14.00 de ayer a la puerta del centro de coordinación de la Operación Badaya, en el cuartel de Sansomendi.Tras el atentado frustrado contra la casa cuartel de Arnedo, los terroristas tuvieron un accidente en el que al menos uno sufrió heridas leves, aunque la sangre era abundante. La situación se complicó cuando acudió una patrulla de la Policía Municipal. Les esposaron y huyeron de nuevo, camino de Calahorra con el coche patrulla.

En esa localidad, robaron a punta de pistola el R-5 amarillo que fue avistado y perdido por la Ertzaintza en las cercanías de Vitoria. En el coche, encontrado 90 minutos después en las próximidades de la sierra Badaya, había abundantes rastros de dos tipos de sangre. La Guardia Civil levantó, de manera casi inmediata, el muro de agentes que comenzó el rastreo de la sierra, palmo a palmo, hasta ayer.

Sin embargo, se trataba de una pista falsa. Los terroristas, con diversas heridas, aunque leves, se vieron obligados a frenar y localizar la operación policial en Vitoria, posiblemente para evitar que una vez identificados como miembros del comando Donosti, les cerraran el paso al área de Guipúzcoa y, de ahí, a Francia. El coche amarillo fue trasladado a las estribaciones de Badaya por un apoyo exterior, mientras el, comando, libre de presión, buscaba acomodo en la zona opuesta.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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