Las ayudas públicas

La Generalitat asumió la deuda de Taurus -más de 3.000 millones de pesetas a Hacienda y a la Seguridad Social- y las pérdidas de 1992 (1.800 millones). Después realizó, a través de Eplicsa, una ampliación de capital de 1.200 millones y puso en marcha un ajuste laboral que ha supuesto la eliminación de más de 400 puestos de trabajo entre empleos directos y trabajo de autónomos inducido por la actividad de la factoría de Oliana (Alt Urgell).A lo largo de 1994, Taurus, con una facturación que rondó los 2.200 millones, registró pérdidas por 700 millones, lo cual obligó al sector público catalán a socorrer de nuevo a Taurus con una inyección directa de 500 millones. En el primer semestre de este año, las pérdidas de Taurus se han situado alrededor de los 450 millones, cuyo enjuague al finalizar el ejercicio puede suponer para la Generalitat una disposición cercana a los 1.000 millones.Fuentes del sector apuntan que el plan de viabilidad de Taurus prevé una aportación similar para cada ejercicio en los próximos cuatro años. Por su parte, el departamento de Industria de la Generalitat, sin llegar a desmentir el dato, asegura que no existe ninguna certeza "contable sobre las ayudas que todavía serán necesarias en Taurus".

Aparte de las aportaciones directas de la Generalitat, a través de Eplicsa, Taurus ha recibido el apoyo financiero del sector público. La matriz, del grupo, Hidroélectrica de Oliana, recibió un aval de 350 millones de pesetas del Instituto Catalán de Finanzas (ICF) y ahora negocia una ampliación de la ayuda de otros 650 millones. Según el ICF, la devolución del citado aval se realiza en los términos legalmente establecidos y pactados en su día. El instituto financiero tutelado por el departamento de Economía de la Generalitat declinó cualquier tipo de comentario sobre la ampliación de una línea de préstamo a uno de sus clientes.