Los fabricantes de electrodomésticos acusan a la Generalitat de competencia desleal

Las empresas punteras del sector del pequeño electrodoméstico -Braun, Moulinex, Philips, Tefal, Solac y Ufesa, entre otras- consideran que Taurus, propiedad de la Generalitat de Cataluña, practica la competencia desleal. Los fabricantes acusan a Taurus de vender sus productos a bajo precio con altísimos márgenes para los distribuidores. Los líderes del pequeño electrodoméstico afirman que Taurus, al financiarse con dinero público, sostiene artificialmente una compañía inviable, y dificulta el mantenimiento de empleos en el resto del sector.

Los fabricantes han manifestado en algunas entrevistas esta preocupación a responsables de Industria de la Generalitat. A lo largo de los últimos meses, Taurus ha obtenido un éxito comercial notable a base de introducir sus electrodomésticos en la distribución de las grandes cadenas como Pryca y Continente. Sin embargo, los fabricantes lo atribuyen a que los márgenes que obtienen estos distribuidores en los productos de Taurus superan espectacularmente los ofrecidos por otros competidores.La agresividad comercial de Taurus -básicamente en la venta de productos como ventiladores, tostadoras y secadoras- se fundamenta en pagos desmesurados a la distribución para adquirir puntos de venta, otorgando beneficios atípicos a las grandes superficies -como la concesión de grandes plazos para la financiación de los pedidos- y sobre todo a base de unos precios de venta que desde luego no asumen el coste real de la fabricación, sostienen los mismos medios del sector.

Los fabricantes de pequeños electrodomésticos, agrupados en torno a la patronal FAPE (Asociación Española de Fabricantes de Pequeños Electrodomésticos), manifiestan su sorpresa por el hecho de que la Unión Europea permita estas ayudas.

La FAPE -su presidente es Antonio Santamans, presidente de Braun, y su vicepresidente, Manuel Planas, vicepresidente de Moulinex -no quiere tomar una decisión colectiva de momento respecto al problema, porque no todas las marcas están dispuestas a aceptar la crispación de un desacuerdo con la Administración autonómica catalana. Pero, si persiste la situación, esta asociación podría adoptar medidas legales contra las ayudas a Taurus, señalan medios vinculados a la misma patronal.

Conseguir la viabilidad

El grupo Taurus, articulado a través de su antigua cabecera industrial, Hidroeléctrica de Oliana, ha creado recientemente la filial Electrodomésticos Taurus, SL, una sociedad estrictamente comercial, destinada a desarrollar la estrategia de mercado diseñada por la Dirección General de Política Industrial de la Generalitat. El titular de este departamento, Miquel Puig, manifestó a este diario que la "Generalitat está dispuesta a mantener el compromiso de conseguir la viabilidad de Taurus". El cierre de esta empresa hubiese supuesto un impacto social muy grave para una importante zona en declive del prepirineo catalán, donde está situada la factoría de Taurus. En la actualidad, alrededor del 95% de la población del Alt Urgell -tiene más de 18.000 habitantes- depende de Taurus.El director general de Política Industrial de la Generalitat realizó esta declaración el pasado mes de julio, cuando ya conocía la acusación de los fabricantes. Sin embargo, no ha podido ser consultado de nuevo en fechas recientes debido al periodo de vacaciones. En aquel momento, manifestó su extrañeza por la acusación del resto del sector y explicó que a lo largo del último año, algunos fabricantes han sido informados sobre Taurus por si demostraban algún interés en el futuro de esta compañía.

"La Generalitat ha manifestado que está dispuesta a devolver la empresa a la iniciativa privada si algún fabricante se muestra dispuesto a seguir adelante con el plan de viabilidad trazado", afirmó Puig.

El grupo Taurus está controlado al 100% por la Generalitat a través de la instrumental Eplicsa, creada para reflotar sociedades en reconversión, pero con capacidad de aportar valor añadido a una rama industrial. Eplicsa tomó el control de Taurus en 1993. La familia Betriu, propietaria de la matriz de Taurus -Hidroeléctrica de Oliana, SA-, cedió a la Generalitat el control de la compañía.