Detenidos 6 dirigentes de Greenpeace en Pekín por una protesta antinuclear
Los seis activistas de Greenpeace detenidos ayer la plaza de Tiananmen, en el centro de Pekín, tras desplegar una pancarta contra las pruebas nucleares, fueron puestos en libertad horas desués. Entre ellos se encontraba Thilo Bode, quien, desde el 1 de septiembre, será director ejecutivo de la organización ecologista. También fueron detenidos los directores nacionales del grupo en los otros cuatro países miembros el club atómico: EE UU, Rusia, Francia y el Reino Unido. Greenpeace lleva semanas luchando también con el arma de la propaganda contra el anuncio, para el próximo septiembre, del inicio de ensayos franceses en el atolón de Mururoa, en el Pacífico, sur.
La protesta fue la primera que Greenpeace organizaba en China y estaba pensada para atraer la atención mundial sobre el programa de pruebas nucleares de este país.Una docena de policías se abalanzó sobre los ecologistas, segundos después de que el grupo desplegara una pancarta de seis metros de ancho en la que podía leerse, en inglés y chino: "Paren todas las pruebas nucleares". La protesta se celebró bajo el inmenso retrato de Mao Zedong, en el lado norte de Tiananmen, la plaza donde las manifestaciones en favor de la democracia acabaron en un baño de sangre en junio de 1989.
Con gran rapidez, cerca de las ocho de la mañana, hora local, la policía confiscó primero la pancarta principal y después otras cinco, de menor tamaño, que los activistas intentaban desplegar. El equipo de los ecologistas, junto con ocho periodistas extranjeros que habían sido testigos de la protesta, fueron introducidos en un autobús. Otros miembros de la organización, que estaban distribuyendo panfletos entre el público, consiguieron escapar, informa desde Pekín Teresa Poole.
Los periodistas fueron liberados cinco horas después, tras un breve interrogatorio, una vez que firmaron una supuesta confesión en la que aceptaban haber violado las estrictas normas que rigen en China sobre actos públicos.
Los seis dirigentes de Greenpeace, ciudadanos de los países que mantienen arsenales nucleares (Francia, Rusia, EE UU y el Reino Unido), junto con Thilo Bode y dos fotógrafos independientes, fueron liberados horas después y conducidos a un hotel de Pekín. Se esperaba que hoy salieran para Hong Kong, según un portavoz del ministerio alemán de Exteriores.
La decisión de organizar la protesta estaba motivada por los planes de China de efectuar una prueba nuclear en los próximos días y la reanudación del lanzamiento de misiles hacia aguas cercanas a taiwan. Ayer hubo un nuevo ejercicio de este tipo, que volvió a poner en estado de alerta a las fuerzas armadas de Taipei.
El presidente chino, Jiang Zemin, declaró recientemente en un periódico japonés que su país continuará con las pruebas atómicas hasta que se haga efectivo el tratado mundial de prohibición.
Bode emitió un comunicado antes de su detención en el que explicaba que "al efectuar pruebas nucleares, tanto China como Francia amenazan con paralizar el movimiento internacional hacia la prohibición de estas pruebas".
Sabíamos que estábamos en una tierra que está aún lejos de la democracia y donde los derechos humanos son pisoteados. Pero también creemos que, si hemos protestado de una manera tan masiva contra las pruebas francesas en el Pacífico, no podemos dejar pasar las pruebas chinas" sin mover un dedo, explicó Susane Commerell, portavoz alemana de la organización.
Por el momento no se han planeado más acciones en China, según la misma fuente, aunque los ecologistas esperan que la protesta mundial suscitada por la decisión francesa de efectuar las pruebas en el Pacífico se renueve ahora con respecto a China. El último ensayo nuclear en este país se realizó el pasado mes de mayo. Diplomáticos occidentales aseguran que se efectuarán dos pruebas más este año, y otras tres en 1996.
Una pica en el Mont Blanc
Cuatro escaladores de Greenpeace pretenden encaramarse a lo alto del techo de Europa, el Mont Blanc, y permanecer allí en protesta por la decisión francesa de reanudar las pruebas nucleares. Los alpinistas-ecologistas plantarán sus tiendas en la nieve a una altitud de 4.807 metros en la cima alpina desde hoy hasta el próximo sábado. "Todavía pensamos que es posible conseguir que Jacques Chirac cambie su decisión y suspenda los ensayos", declaró ayer Françoise Herman, portavoz de la organización ecologista. "Quedan todavía dos semanas. No es mucho tiempo, pero nosotros confiamos en que podemos conseguirlo". Los ecologistas desplegarán una pancarta de 16 por 16 metros con un símbolo nuclear y una cruz roja en la cima de este mítico pico europeo.
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