_
_
_
_
GUERRA EN LOS BALCANES

Serbia acumula armas en su frontera para disuadir a Croacia de atacar Eslavonia

El régimen de Slobodan Milosevic, blanco de furibundas críticas por parte del líder ser bobosnio, Radovan Karadzic, quien le tildó ayer de "cínico traidor" por su pasividad en la caída de la Krajina, ha movido sus peones militares con celeridad para disuadir a Zagreb de cualquier tentación aventurera cerca de su frontera y calmar una eventual contestación interna. La tensión se traslada de la Krajina, donde ayer se acordó un nuevo alto el fuego a la Eslavonia oriental, el último enclave serbio en Croacia. Éste, a diferencia de los anteriores, linda con la frontera de la República de Serbia.

Más información
La ONU confía en que el alto el fuego abra el paso a los refugiados

El embajador croata ante la ONU, Mario Nobilo, aseguró ayer, en Nueva York, al presidente del Consejo de Seguridad que su país "no tiene intención de lanzar un ataque contra el sector oriental [de Eslavonia], porque es una zona bastante sensible". "Nuestra intención es colocar esta zona ocupada que queda dentro de todo el paquete de paz", agregó al referirse a una amplia gama de temas que están aún por resolver.Belgrado, que se ha mantenido ajeno al desastre en la Krajina, ha dado muestras de que su actitud será muy diferente con Eslavonia oriental, rica en petróleo y agricultura. Serbia ha movililizado 150 carros de combate, según las Naciones Unidas. Un número no determinado de estos carros de combate y vehículos equipados con misiles antiaéreos y anticarro han sido Vistos de camino a la frontera, a 100 kilómetros del centro de la capital, Belgrado. Todos los puestos militares de esta frontera han sido reforzados en las últimas horas. Se ha producido una "movilización selectiva" de reservistas de unidades especializadas y de élite.

Un portavoz de las Naciones Unidas se declaró ayer alarmado por la acumulación de tropas croatas cerca de la frontera de Eslavonia oriental. La tensión es evidente. Osijek volvió a ser, bombardeada ayer por la artillería serbia de Eslavonia. Muchas de estas tropas ya habían sido colocadas en la zona, en la frontera con Bosnia, al norte del río Sava, para eventualmente proteger a los croatas de la bolsa de Orasje, dentro de Bosnia, y cerca del estratégico corredor de Posavina

Medidas preventivas

El Gobierno de Serbia trata de restar importancia a, estas medidas militares, que califica de "preventivas", puesto que el Cuerpo de Ejército sito en Novi Sad, 80 kilómetros al norte de Belgrado, es capaz por si sólo. de hacer frente a un ataque croata.Esta concentración de tropas es contraria a la tesis de que ya existe un acuerdo entre Tudjman y Milosevic, según el cual el presidente serbio permitiría la caída de la Krajina a cambio del control de la Eslavonia oriental.

El ministro croata de Defensa, Gojko Susak, considerado un halcón, afirmó el lunes que su país "reconquistará Eslavonia oriental por la fuerza si fuera necesario". La agencia oficial Tanjug aseguró ayer, en Belgrado, que esas amenazas son una muestra de "los apetitos políticos y guerreros" del presidente Tudjman, que "constituyen el principal obstáculo para la paz".

Un periodista serbio de Radio Yukovar, que pidió no ser identificado, declaró ayer a France Presse que la situación en esta ciudad era de "absoluta tranquilidad en las últimas 24 horas". El periodista informó que un millar de voluntarios procedentes de Serbia que ya participaron en la guerra de 1991 han llegado a las líneas del frente."

Para Croacia, Vukovar, la primera ciudad-mártir de la ex Yugoslavia, es un símbolo emocional. A pesar de ello, los expertos de defensa occidentales coinciden en que todo intento por recuperar su control supondría un riesgo de confrontación abierta con Serbia.

La pasividad absoluta de Milosevic en la pérdida de Krajina no ha gustado a sus antiguos protegidos. 'El que fuera arquitecto de las guerras de Croacia (1991) y Bosnia-Herzegovina y protector de sus hermanos serbios durante años, es ahora un "cínico traidor" culpable de todos los males. Karadzic, cuyo puesto como presidente de los serbobosnios se encuentra amenazado por la rebelión de sus generales, ha exigido en la misma carta en la que insulta a Milosevic su ayuda militar para evitar la caída definitiva de la Krajina.

La batalla político-militar entre las dos principales figuras de los serbios de Bosnia ha dado un nuevo giro. La totalidad del Estado Mayor del Ejército serbobosnio se ha alineado con el general Ratko MIadic frente al presidente Radovan Karadzic, quien le destituyó del cargo el viernes, cese que MIadic considera "ilegal".

Ya el domingo, 18 generales firmaron un documento en el que se alineaban con las tesis de Mladic. Los tres generales que no firmaron -el más importante, Dragomir Milosevic, comandante de la zona de Sarajevo- se han sumado ahora a la mayoría. Entretanto, MIadic hizo anoche en la televisión un llamamiento al combate y reconquistar la Krajina.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_