Precisiones
El pasado 30 de julio salieron en la segunda página de su periódico dos artículos sobre Croacia relacionados con los últimos acontecimientos en tomo al asedio serbio del enclave de Bihac, supuestamente protegida por las Naciones Unidas.A lo largo de la última semana todos los medios de comunicación mundiales y españoles soltaban lágrimas por el sufrimiento de las poblaciones de las zonas protegidas por la ONU, y se escandalizaban amargamente ante la falta de una respuesta adecuada de la comunidad internacional a las violaciones de los principios básicos de la humanidad por parte de los serbios de Bosnia y de los de Croacia. El Ejército de los croatas bosnios, apoyado por las tropas regulares de Croacia -invitadas a socorrer por el Gobierno de Sarajevo-, inflinge un importante golpe a las tropas agresoras serbias y logra parar la ofensiva serbia contra la zona protegida de Bihac, libera una amplia zona de Bosnia y crea una situación estratégica propicia para solucionar el problema de la reintegración de las zonas ocupadas de Croacia. De hecho, interviniendo así legalmente en Bosnia, Croacia ha hecho lo que la comunidad internacional debería hacer y no hace: hacer frente a la agresión y proteger lo que la ONU ha declarado protegido y no está dispuesta a proteger.
A todo esto EL PAÍS reacciona publicando un malintencionado artículo, sobre desahucios ilegales en Croacia, lleno de arbitrariedades, y en otro alegando que, "bajo el pretexto de echar una mano a los musulmanes bosnios, duramente hostigados, en el enclave seguro de Bihac, Zagreb ha lanzado a su Ejército hacia Knin, un territorio croata en manos de los serbios". Aparte de que esa afirmación es meramente falsa (no se lanzó nada contra Knin), basta decir que a Croacia no le hacen falta pretextos para proteger sus intereses legales, y mucho menos para establecer el control efectivo sobre su territorio actualmente ocupado, sea por vía militar o (preferiblemente) por medio de negociaciones. El caso es que aunque, obviamente, dispone de medios militares suficientes para recuperar sus territorios, Zagreb ha ofrecido a los serbios rebeldes, por enésima vez sentarse negociar su integración en Croacia.
El problema de los vergonzosos desahucios ilegales no es desconocido ni se oculta en Croacia. Tiene razón una portavoz del Gobierno, que cita su enviado especial: se espera "que en septiembre una comisión parlamentaria. presente un proyecto de ley para resolver el, problema de las viviendas públicas".- encargado de negocios de la Embajada de Croacia en
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