La plaza del Dos de Mayo
He visitado el épico recinto de la plaza del Dos de Mayo, en obras su superficie. Aun referenciado del ropaje estatuario de David y Velarde, me he confirmado del ilógico parecer que ostentan las albinas esculturas: semejan imberbes romanos saliendo de las termas. ¿Es que la vestimenta militar no dignificaría a los soldados que mueren heroicamente en desigual combate? Porque Daoiz y Velarde no sucumbieron firmando una paz idílica. Y ahora hay que estudiar la historia para atinar.Por otra parte; en la actual reforma de la plaza las artísticas figuras están o son como algo sacado de una casa para que se lo lleven. También, decir que: por sus dimensiones son más adecuadas para un museo que la superescultura del David bíblico, llevada por los florentinos desde la plaza de la Señoría a su actual galería. Se añadirá que ambas esculturas coinciden en la incógnita apariencia de no identificar a los personajes respectivos. ¡Oh, Dios! ¡Cuánto hay que agradecer la fotografía que presenta las cosas como son!-
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