Aplauso del público al premio desierto del Festival de Cine de Moscú
Richard Gere, al frente del jurado, felicitado por no ceder a la política
Cuando el presidente del jurado del XIX Festival Internacional de Cine de Moscú, el popular actor norteamericano, Richard Gere, dijo en la ceremonia de clausura que el nivel de las películas había sido más bajo que el esperado y que el premio principal -el San Jorge de oro y 50.000 dólares- quedaba desierto, paradójicamente la sala estalló en aplausos e incluso se oyeron varios ¡bravos! La verdad es que la mayoría respiramos con alivio: la honestidad artística había triunfado sobre la diplomacia y la política.
La ceremonia de gala -que se realizó en la sala de conciertos del Hotel Rossía, el lugar donde a partir del 18 de julio se mostraron las 22 películas en competición- comenzó el viernes con casi una hora de retraso, debido a que el jurado había simplemente desaparecido: estaba enfrascado en acaloradas discusiones que terminaron con la decisión de declarar vacío el Gran Premio a la mejor película. El resto de los galardones, según confesó Gere, fue producto de compromisos, a excepción del premio especial del jurado, el único unánime, que fue para la Lajos Koltai, el cámara de la película Mario y el Mago, basado en la novela de Thomas Mann que llevó a la pantalla el famoso actor Klaus Maria Brandauer, que además interpretó el papel del mago.El gran triunfador del XIX Festival de Cine de Moscú fue el filme Una mujer francesa -apasionante historia de amor, celos y traición- que se llevó los, San Jorge de plata y los corespondientes cheques de 20.000 dólares para la mejor actriz, Emmanuelle Béart , el mejor actor, Gabriel Barylli y la mejor dirección, que estuyo a cargo de Régis Wargnier. Wargnier, el mismo director que ha realizado La mujer de mi vida -César al mejor debú- e Indochina -óscar a la mejor película extranjera-, tuvo que subir tres veces seguidas a la escena para recibir los premios. El premio a la mejor dirección, Wargnier lo, compartió con Milan Steidler, realizador de la película checa Gracias por cada nueva mañana, un moscaico de los 20 años que siguieron a la intervención de las tropas soviéticas en 1968.
El XIX Festival de Cine ha significado también una reconciliación entre los cineastas rusos de diferentes signos políticos en aras del arte. Esto se ha visto reflejado, por ejemplo, en el protagonismo concedido durante el evento a Nikita Mijalkov, el famoso director ruso que es amigo confeso del ex vicepresidente Alexandr Rutskói y defensor de ideas tildadas por algunos reformistas de nacionalistas y conservadoras.
El acto final del XIX Festival Internacional de Cine fue inesperado y emotivo: el público y los organizadores abandonaron la sala Rossía y salieron a la calle, a orillas del río Moscova, para presenciar cómo los grandes retratos de 100 personalidades del cine que Nikita Mijalkov iba leyendo se elevaban alzados por globos y se perdían en el cielo crepuscular. El festival, que según diferentes estimaciones ha costado entre seis y trece millones de dólares, ha tenido, naturalmente, sus pequeños escándalos. Quizá el principal -que mereció el viernes una declaración oficial de protesta de los jueces- es la aseveración, hecha en el diario The Moscow Times, de que Richard Gere habría recibido 200.000 dólares por presidir el jurado, y que el actor negó rotundamente.
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