¿Una inyección diaria para siempre?
Leptina será el nombre de la nueva proteína implicada en la obesidad, un nombre propuesto por los mismos investigadores que "deriva de la raíz griega leptós, que significa delgado". Su efecto es fulminante en los ratones de laboratorio, tanto en los patológicamente obesos como en los normales, aunque éstos pierdan menos peso que los primeros.La cuestión que se plantea ahora es si acabará convirtiéndose en un preparado dietético de alta tecnología para personas que necesiten o deseen adelgazar. Por ahora, los animales precisan una inyección diaria en la cavidad abdominal para beneficiarse de su efecto, algo parecido a la dosis constante de insulina en los casos de diabetes que así lo exigen.
Las empresas farmacéuticas están ya pensando en cómo desarrollar una píldora alternativa con el mismo preparado y evitar las poco Populares inyecciones. Pero sea cual sea el vehículo y la vía de introducción en el organismo que se logre, los individuos obesos, si lo que falla en su organismo es un gen defectuoso que no produce la proteína necesaria, tendrían que adquirirla exteriormente a no ser que se reparase ese gen con alguna forma de terapia génica.
Por ahora los investigadores no han expuesto a sus animales de laboratorio a un tratamiento prolongado, por lo que carecen de datos de sus efectos a medio y largo plazo. Lo que, sí saben es que cuando interrumpen la inyección diaria de proteína OB, el proceso se invierte y el animal empieza a ganar peso de nuevo.
Philip Gordon, director del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y de Riñón (EE UU), ya ha advertido que, aunque la Investigación con la leptina va muy rápido, es demasiado pronto para saber si la proteína curará la obesidad, informa The New York Times. "Creo sinceramente que la mayoría de las personas tendrán que seguir luchando y trabajar muy duro para mantener un peso corporal normal, mediante una dieta y ejercicio físico. Es un error sugerir que hay una fórmula mágica a la vuelta de la esquina", afirma Gordon.
