Barrio chino
He leído, sin dar crédito las recientes informaciones sobre las medidas previstas por. el Gobierno de la Comunidad de Madrid ante el ejercicio de la prostitución callejera en la. capital. Me parece que la noticia no ha recibido. aún toda la atención que merece. Tal vez el nuevo dispositivo de traslado forzoso y acantonamiento del comercio camal en un sector circunscrito de la ciudad sea todo un símbolo, un sombrío. augurio de lo que será en el futuro la política de seguridad interior administrada por el Partido Popular.Como cabía esperar, no se ha contado con el parecer de las afectadas. Estigmatizadas una vez más como escoria y sentina de las grandes urbes, desperdicios que deben ser confinados en adecuados vertederos, sustraídos a la contemplación de traseúntes y vecinos. ¿Cómo se pretende evitar que las prostitutas traspasen el flamante gueto?; ¿se, piensa tapiar el sector, como en las antiguas mancebías?; ¿se pondrá en marcha un complejo, de vigilancia médico-policial como en las más recientes casas toleradas? Cuando los Estados europeos más imaginativos, con objeto de paliar la estigmatización y dependencia social de las prostitutas se plantean el reconocimiento de la profesión, con los derechos sindicales, de seguridad social y jubilación correspondientes, el Gobierno del Partido Popular en la capital reinventa una desvencijada política de exclusión y cuadriculación disciplinaria del espacio urbano. ¿Hay que recordar que el último acantonamiento forzoso de las prostitutas madrileñas en un barrio -el de las Huertas- se produjo hacia 1830 cuando gobernaba la ciudad el célebre Barrafón, corregidor de Femando VII? (Rodríguéz Solís, E.: Historia de la prostitución -en España y América. tomo 2, Madrid. 1892, página 127). ¿Será éste el. pedigrí liberal del orden público deseado por los dirigen tes del PP? ¿Qué-futuro Barrafón comenzará a aplicar la misma medicina a escala estatal?.-
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