Madrid plantea eximir a la F1 de cumplir las normas de ruido, cambiar su trazado y trasladar temporalmente a los vecinos por las molestias

La constatación de que el Gran Premio de Fórmula 1 de Madrid superará los límites legales de ruido durante los entrenamientos y disputa de la carrera ha llevado a que la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad recoja en un informe la posibilidad de que el Ayuntamiento apruebe una exención al cumplimiento de la normativa; que plantee que se modifique el trazado del circuito para alejarlo de las casas más cercanas, como proponía el promotor; e incluso que apunte la opción de que se traslade temporalmente a los vecinos para evitar las molestias, “dado el corto periodo de tiempo relativo de las pruebas automovilísticas”. Así consta en documentación consultada por EL PAÍS, en la que también se recoge que el promotor intentará alcanzar acuerdos económicos de compensación con los negocios afectados por una prueba que se disputará en los alrededores del parque ferial de Ifema entre 2026 y 2035, y que obligará, previsiblemente a, por ejemplo, cerrar temporalmente una gasolinera.

Tanto los técnicos autonómicos como los municipales coinciden en que la celebración de la F1 implicará superar los niveles de ruido permitidos por la normativa de la capital durante los días de los entrenamientos y la carrera, afectando a los vecinos más próximos al trazado.

Se trataría de las viviendas al norte de la M-11 del barrio de Valdelasfuentes, en particular las que colindan con la ampliación de Ifema situadas en las calles Francisco Umbral y Florentino Rodríguez Alonso (la distancia al circuito de las viviendas más expuestas de esta zona es de unos 40 metros); y de las del entorno de la calle de las Pedroñeras, en la parte oriental del barrio de Canillas, así como la parte norte del barrio de La Piovera (la distancia al circuito de las viviendas más expuestas de esta zona varía entre 320 y 500 metros, aproximadamente).

Estas residencias se verían afectadas por niveles que serían superiores a los 80 dB durante los entrenamientos y las carreras. Por ello, como ya propuso el promotor, se plantea la solución de instalar pantallas contra el ruido, cambiar el trazado, y principalmente, aprobar una exención, prevista en la ley, al cumplimiento de la normativa.

Así, la Subdirección General de Estrategia y Calidad del Aire del Ayuntamiento “propone una suspensión temporal de dichos límites al amparo de lo dispuesto en el art 9 de la Ley 37/2003 y el art 19 de la OPCAT del Ayuntamiento de Madrid”. La Comunidad, por su parte, subraya que “antes de la autorización sustantiva [para llevar a cabo el proyecto sin ser sometido al trámite de evaluación de impacto ambiental ordinario], se deberá disponer de la resolución que autorice la suspensión de los índices de calidad acústica emitida por el Ayuntamiento de Madrid”. Y, además, explicita que el proyecto constructivo deberá incorporar una modificación de la principal recta del trazado, “rectificándola hacia el interior y alejándola de las viviendas al noroeste”.

Pero no solo eso. “En caso de suspensión temporal de los límites de inmisión de ruido aplicables a actividades, deberá constar expresamente la valoración de los eventuales efectos nocivos para la población que pudiesen ser detectados por el software empleado por el promotor”, se lee en la Resolución de la dirección general de transición energética y economía circular por la que se formula el informe de impacto ambiental del proyecto circuito de carreras de Fórmula 1 en Madrid, promovido por Ifema. Y se añade: “Se recomienda que se exploren medidas alternativas, dado el corto periodo de tiempo relativo de las pruebas automovilísticas, como el traslado temporal de la población afectada o la restricción estricta del potencial tráfico afluente por la asistencia a los eventos”.

Como telón de fondo, la consideración de que la afección por ruido no puede considerarse “severa” por la “corta duración” de un evento que dura “unas trece horas” al año.

Pero no solo los vecinos se verán afectados por la celebración de la prueba, impulsada por la Institución Ferial de Madrid (Ifema), en la que tienen representación el Gobierno y el Ayuntamiento de Madrid, además de la Cámara de Comercio, y que se ha comprometido a organizar la prueba sin gastar ni un solo euro público. También habrá negocios cercanos, como un campo de golf, o una gasolinera, afectados en su normal actividad por la F1. Sobre ellos, el promotor indica “que se preverán medidas compensatorias a determinar en fases posteriores”.

11.986,15 kg de residuos urbanos

El informe, que resume toda la documentación aportada al proyecto, recoge también datos que reflejan su carácter mastodóntico.

De esta manera, se estima que el promotor tendrá que plantar 9.238 árboles para compensar los que serán afectados por la construcción de un circuito híbrido, que transcurrirá principalmente en las instalaciones de Ifema, pero también ocupará tramos urbanos. Así, Ifema concluye que se verán afectados 85 ejemplares que se consideran sustituibles de vivero por su escaso tamaño, 358 ejemplares trasplantables (32 con alta, 170 con media y 156 con baja probabilidad de arraigo) y 295 ejemplares no trasplantables (la mayoría con edad de 38 años).

“Considera el promotor que estas plantaciones mitigarán efectos negativos derivados de la implantación del proyecto, como el asociado al incremento de la isla de calor y los posibles impactos relacionados con el cambio climático derivados de la tala de ejemplares arbóreos, compensando la pérdida de vegetación y mejorando la capacidad del entorno para adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes”, se lee en el documento.

Además, se calcula una ingente cantidad de basura, fundamentalmente envases, orgánicos, papel-cartón, vidrio y resto “en una cantidad aproximada de 11.986,15 kilogramos de residuos urbanos, así como residuos derivados de la actividad deportiva, unos 220 neumáticos usados, fragmentos de neumáticos, aceites usados, ferodo (residuo metálico del sistema de frenado), líquido refrigerante usado, metales (titanio, aluminio, acero inoxidable), restos de carrocería (fibra de carbono y otros compuestos)”.