González niega que exista un documento interno sobre la creación de los GAL

Felipe González negó ayer que exista un documento sobre la creación y la estrategia de los GAL, como declaró ante el juez Baltasar Garzón el ex secretrio general de los socialistas vizcaínos Ricardo García Damborenea, hoy próximo al PP. "No merece la pena ni discutirlo", afirmó lacónicamente el jefe del Ejecutivo. González expresó su confianza en que CiU mantenga su apoyo al Gobierno durante este semestre de presidencia de la UE. El contrapunto lo puso el vicesecretario general del PP, Mariano Rajoy, al señalar que no se puede tener un presidente de la LE contra el que pueden iniciarse acciones jurídicas en unos meses.

Todos los partidos empezaron a tomar posiciones sobre el debate del próximo jueves en el Congreso, en el que González se juega la continuidad de su Gobierno hasta terminar el semestre de la presidencia europea, -como pretende, o el inmediato adelanto electoral, tras el último capítulo del escándalo de los GAL por las declaraciones acusatorias contra él de García Damborenea.En la rueda de prensa conjunta con el presidente del Gobierno húngaro, Gyula Hom, González negó la existencia del documento, supuestamente en posesión del Césid, mencionado por García Damborenea en su comparecencia del pasado jueves ante Garzón. Según la declaración, en el documento se establecía la estrategia de la guerra sucia contra ETA en el sur de Francia.

"Se refiere a un documento inexistente. Por consiguiente no merece la pena ni discutirlo", dijo Felipe González acerca del texto que, según García Damborenea, se habría manejado en una reunión, celebrada tres meses antes del secuestro de Segundo Marey y en la que habrían participado el presidente del Gobierno; los entonces ministros del Interior, José Barrionuevo, y de Defensa, Narcís Serra; el secretario general de los socialistas, vascos, Txiki Benegas,, y el propio García Damborenea.

González no quiso decir más, pero Joaquín Almunia, presidente del Grupo Parlamentario Socialista, afirmó que "las cosas no han cambiado por lo que ha dicho García Damborenea". "Se ha autoinculpado como ideólogo de la operación, pero no tiene ninguna credibilidad para llevar por el mismo sendero a otras personas. Y menos al presidente del Gobierno".

Almunia adelantó la línea de defensa que seguirá González en su intervención en el Congreso. Repetirá una vez más que ni organizó, ni encubrió ni toleró el funcionamiento de una organización terrorista como los GAL, según Almunia, y dejará claro que el Gobierno ha condenado y condena cualquier actuación contraria a la legalidad, incluso para luchar contra el terrorismo.

El presidente del Grupo Socialista, al igual que Felipe González, expresó su confianza en que CiU mantenga su apoyo al Ejecutivo a pesar del último episodio del caso GAL, informa Javier Sampedro. "Confío en el rigor de CiU", dijo Almunia en Santander, "para que no se deje llevar por palabras tan poco creíbles como las de Damborenea".

Por su parte, los nacionalistas catalanes han dejado su decisión en suspenso hasta el pleno del Congreso, y esta decisión es clave para la continuidad del Gobierno, pues el propio González ha dejado claro que, si no cuenta. con el apoyo parlamentario de CiU, disolverá las Cortes.

Josep Antoni Duran i Lleida, de Unió Democrática de Catalunya (UDC), socio democristiano de Jordi Pujol, reiteró en El Escorial (Madrid) que la situación es "grave" y que todas las negociaciones sobre los Presupuestos han quedado relegadas a un segundo plano hasta después de la intervención de González.

Duran dijo que la intervención de Felipe González no puede limitarse a desmentir a Damborenea, sino que debe ser convincente para la sociedad y la opinión pública. "Si la intervención del presidente se limita a los datos aportados en la rueda de prensa, el grupo parlamentario entenderá que no es una explicación suficiente", dijo el político catalán.

El PP tiene ya una posición definida. Mariano Rajoy, vicesecretario general del partido, adelantó que no se puede tener un presidente de la UE contra al cual es probable que se envíe un suplicatorio al Congreso dentro de unos meses. Rajoy dijo que González está en una posición muy difícil, porque si reconoce que el Gobierno esta detrás de los GAL y lo conocía, es tanto como admitir la responsabilidad penal, y sí lo niega todo es "negar evidencias", porque "son muy pocas las personas que afirman que el Gobierno no tenía nada que ver con los GAL".