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Los serbios desoyen las amenazas de Occidente

La advertencia internacional a los serbios de Bosnia, hecha el viernes desde, Londres, no parece haber tenido ningún efecto disuasor. Un día después de que las potencias occidentales acordaran parar los pies a las tropas del general Ratko Madlic con acciones expeditivas si intentan conquistar Gorazde, dos cascos azules franceses murieron y otros tres re sultaron heridos, uno de ellos gravemente, a resultas de un ataque deliberado contra un convoy humanitario de la ONU ocurrido a última hora de ayer en Sarajevo, según informó un portavoz militar de la ONU.

Anteriormente, las fuerzas serbobosnias habían reanudado su ofensiva contra Zepa, bombardeado con cohetes Sarajevo y continuado el avance contra el enclave noroccidental de Bihac en cooperación con los serbios rebeldes de Croacia. Tanto Zepa como Sarajevo y Bihac forman parte de lo que fueron llamadas zonas seguras de la ONU en Bosnia. Pale, la capital de los serbobosnios, expresó ayer su "profunda decepción" ante la amenaza occidental, que el comité militar de la OTAN pone a punto en sus aspectos técnicos.El nuevo ataque contra las fuerzas bosnias que defienden Zepa, que se produce desde el oeste de la bolsa musulmana y con un masivo despliegue artillero, según la ONU, podría ser el empujón final de los serbios contra el reducto oriental en que se refugian más de 15.000 personas, después de que hayan fracasado las negociaciones sobre su rendición. El Gobierno bosnio rechazó el viernes la pretensión de los serbios de intercambiar por sus soldados prisioneros a todos los hombres de entre 18 y 55, años del en 1 clave, a los que considera ya "prisioneros de guerra".

El general Ratko MIadic, que parece haber decidido que su infantería y sus tanques acaben el trabajo anunció prematuramente la caída de Zepa el pasado miércoles. Portavoces de Naciones Unidas en Sarajevo intentaban ayer deshojar la margarita de si el ultimátum aliado centrado en Gorazde significa o no protección para las que hace mucho tiempo dejaron de ser otras zonas seguras en Bosnia. Como su capital, Sarajevo, que sufrió ayer el segundo ataque con cohetes en 24 horas, dos de los cuales hicieron impacto en el edificio de la presidencia. El jueves la artillería serbia causó estragos en un edificio del centro de la ciudad y mató a cuatro personas. Otras siete entre ellas cuatro niños, habían resultado heridas por la tarde, lo que se ha traducido en una nueva catarata de acusaciones contra los cascos azules, a cuya pasividad los habitantes de Sarajevo achacan la continuación de las matanzas.

Carta blanca

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El Gobierno bosnio ha condenado por boca de su primer ministro, Haris Silajdzic, el desenlace de la reunión de Londres, por considerar que se queda nuevamente a medio camino de una acción eficaz. Para Sarajevo, como para una buena parte de la opinión internacional, el hecho de que la advertencia occidental se ciña exclusivamente a un eventual ataque contra Gorazde, el mayor de los enclaves musulmanes al este de Bosnia, equivale a dar carta blanca a los radicales serbios para proseguir su ofensiva en otras, zonas del país. Hasta tres diferentes portavoces de la ONU en la capital bosnia, civiles y militares, afirmaban ayer que, en su opinión, la advertencia internacional a los" serbios sería de aplicación a las demás zonas seguras bajo la nominal protección de la ONU. "Pero hemos de esperar a que llegue de Londres el general Rupert Smith [comandante en jefe en Bosnia] para que precise el alcance de las decisiones", dijo uno de los portavoces de Naciones Unidas.

El comité militar, de la OTAN informara mañana de sus detallados planes a los representantes políticos de la Alianza. Según el ministro de Defensa estadounidense, William Perry, todo estará listo a comienzos de la semana entrante para que los cazabombarderos aliados entren en acción si se dan las circunstancias. Parece que una de las consecuencias de la reunión de Londres será desproveer al plenipotenciario de Naciones Unidas en la zona, Yasushi Akashi, de sus actuales poderes de veto sobre la intervención de la OTAN. El funcionario japones, de 64 años, preocupado por encima de todo de la seguridad de los cascos azules, ha ejercido siempre de último valladar contra los ataques aéreos a los serbios. Sus competencias recaerían a partir de ahora en los dos comandantes en jefe sobre el terreno, el franca Bernard Janvier, desde Zagreb, y el británico Rupert Smith, desde. Sarajevo. "Habría sido ingenuo esperar que una reunión de 16 países en tomo a una mesa cumpliera con todas las expectativas creadas en torno a ella", dijo ayer el portavoz militar (le la ONU en Sarajevo, teniente coronel Gary Coward, a propósito de la gélida reacción del Gobierno bosnio. Coward añadió que Zepa debe considerarse como ganada por los serbios y que: sólo queda establecer las modalidades de su rendicion.

La ONU volvió a intentar ayer desplazar hasta el enclave a un oficial de enlace para supervisar los acontecimientos, después de que los serbios impidieran su paso la víspera. El general Mladic se reunió el, viernes con dirigentes civiles de la zona sitiada para anunciarles a lo que se exponían si rechazaban las condiciones propuestas por Pale. Los líderes serbobosnios sugirieron esta semana estar dispuestos a permitir la permanencia en el enclave de su actual población civil si sus tropas lo limpiaban primero de soldados y armamento.

El mediador internacional Carl Bildt confirmó ayer que el presidente serbio, Slobodan Milosevic, está dispuesto "en principio" a reconocer los límites territoriales de Bosnia a cambio de la suavización de las sanciones internacionales que pesan sobre Belgrado. Pero el optimismo del ex primer ministro sueco no parece compartido por los cinco del grupo, sobre todo por EE UU.

En Nasa Borba, el único periódico independiente de Belgrado, el jefe de la alianza cívica que encabeza el Movimiento de Renovación Serbio, Vuk Draskovic, escribía ayer que en plena ofensiva de los radicales serbios contra el enclave de Srebrenica, municiones y tropas uniformadas de Belgrado seguían pasando el río Drina para apoyar a las fuerzas de Radovan Karadzic.

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