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Entrevista:FELIPE GONZÁLEZ

"Lo que dice Damborenea es tan falso como él"

"Habría que depurar las responsabilidades que se deriven de declaraciones con mala intención", afirma González

Pregunta. Es poco creíble pensar que usted nunca habló de asuntos vinculados a las acciones terroristas con alguien responsable de su partido en el País Vasco. ¿Son estas acusaciones directas un dato más o no para, cambiar de planes respecto al calendario electoral?Respuesta. En primer lugar, yo no suelo hablar con los secretarios provinciales de la organización, en términos generales. Después de la muerte de Enrique Casas hicimos una reunión con los dirigentes del País Vasco, por ejemplo. Yo recuerdo un encuentro, a petición de Damborenea aquí, en La Moncloa. Y lo recuerdo por un dato peculiar, no por el contenido, del que no me acuerdo. Debió de ser por el 84. Entró en mi despacho y puso una pistola encima de la mesa diciendo que no había seguridad en La Moncloa y que alguien como él podía entrar con una. Nunca he hablado con él de materias tan delicadas como el terrorismo o la lucha contraterrorista. Pero ni de ésa ni de casi ninguna materia. Yo no he tenido una relación con Damborenea estrecha ni próxima. Probablemente, no he tenido confianza en él desde el principio. Muy pronto, además, se plantearon problemas con él dentro de la propia organización en el País Vasco.

En segundo lugar, creo que sería absolutamente irresponsable ligar cualquier decisión desde el punto de vista electoral a las declaraciones falsas de una persona como Damborenea. No estoy dispuesto a que eso condicione una decisión política de envergadura tan grande como la convocatoria de un proceso electoral. Si estuviéramos a merced de eso, Damborenea, Amedo o cualquiera de ellos estarían en condiciones de afectar a la política general de un Gobierno democráticamente elegido, lo cual sería un gravísimo error para la propia democracia.

P. ¿Qué supuesto delito considera que ha cometido Damborenea? La Fiscalía, cuando Anguita dijo que usted era el señor X de los GAL, respondió que no había materia.

R. En este caso me parece que [la] hay para alguien que, además, dice haber participado en la comisión de un delito; es decir, que se considera responsable o culpable. Es una responsabilidad de la Fiscalía General del Estado. Ahora, sería muy extraño para la ciudadanía que no se pueda actuar ante una imputación de esa magnitud contra el presidente del Gobierno, que quedaría en indefensión. Ya me pasó la vez anterior, cuando oí unas declaraciones, del señor Amedo y del señor Alcaraz. Habría que depurar las responsabilidades que se deriven de declaraciones con mala intención y falsedad.

P. Damborenea tenía muy buenas relaciones con Barrionuevo. ¿Estaba al tanto? ¿Han sido los GAL un fenómeno de retroceso en la lucha antiterrorista?

R. La primera cuestión no soy yo quien puede responderla. No sé el grado de relación. Seguramente, como cualquier ministro del Interior, que se ocupa de materias de terrorismo, sí tendría más relaciones con los dirigentes del País Vasco de todos los grupos, también del PNV, ¿no? ¿Qué efecto puede producir en las fuerzas de seguridad? Las acciones atribuidas a los GAL desaparecieron en el 87. Por consiguiente, el efecto no se debe sentir hoy. Lo que se puede sentir es este debate que puede desmoralizar a una parte de las fuerzas. Y, una vez más, debo decir que su comportamiento ha sido ejemplar en la lucha contra el terrorismo. Han sacrificado la vida de centenares de miembros respetando estrictamente la legalidad. Creo que pueden sentirse legítimamente orgullosos de la tarea que han hecho y están haciendo. Tienen todo el apoyo del Gobierno y lo seguirán teniendo.

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P. ¿Hasta cuándo puede seguir un país pendiente de lo que gente como, por ejemplo, Barrionuevo pueda decir? ¿Qué pasaría si dentro de dos semanas dice que todo es verdad, que usted lo sabía, que él lo sabía? ¿Tiene usted la autoridad moral para seguir al frente de una nación que piensa mayoritariamente, según las encuestas, que usted conocía lo que estaba ocurriendo?

R. Yo tengo la legitimidad que da la democracia. Y la debíamos tomar lo más en serio posible, porque lo contrario conduce a una inestabilidad peligrosa. ¿Y si declara el señor Barrionuevo y tal? Eso me parece una pregunta que no tiene respuesta posible, por no calificarla con dureza. Lo que es cierto es que las fuerzas democráticas, en su conjunto, no deberían dejarse arrastrar por los condicionamientos que pueden producir personas que sienten la necesidad de defenderse con cualquier arma, incluso con las de la calumnia o la infamia. Hay que tener siempre sentido de la responsabilidad, seriedad y serenidad. Y eso falta con mucha frecuencia en el panorama político español. Imagínese que ocurriera algo parecido en otro país. La respuesta sería muchísimo más seria y serena.

P. ¿Estaría dispuesto a apoyar el suplicatorio de Barrionuevo? ¿Se ha planteado contribuir con su dimisión a sosegar el clima de crispación política? ¿Piensa que va a salir con honor?

R. Empezando por el final, desde luego. Éste es un problema de conciencia personal y la mía está limpia. Ahora bien, si en algún momento se pidiera por el Tribunal Supremo un suplicatorio sobre mí, yo pediría a mis compañeros que lo apoyaran, que se concediera inmediatamente. Cada uno debe actuar en función de sus convicciones. Yo siempre estaría dispuesto a someterme a la acción de la justicia y a cooperar en el esclarecimiento de los hechos.

P. ¿Conocía que Damborenea era una de las personas que estaban en la trama de los GAL?

R. Nunca.

P. ¿Qué repercusiones económicas pueden traer a nuestro país sus imputaciones?

R. Espero que ninguna. En realidad, se toman más en serio las cosas los operadores económicos. Saben que puede ocurrir que una persona con estas características realice declaraciones de ese tipo. Está claro que busca un mecanismo de defensa: elevar la responsabilidad de tal manera que haya un paquete tan grande que se tenga que buscar una solución alternativa que no sea el estricto funcionamiento de los tribunales. Como no estoy dispuesto a eso, asumiré plenamente mis responsabilidades.

P. ¿Cree que hay otra conspiración? ¿Con alguna conexión con aquélla de la que ya habló?

R. Creo que hay coincidencias suficientemente ilustrativas y que en la conciencia de muchos ciudadanos está calando eso.

P. ¿Ha visto a Barrionuevo en las últimas horas?

R. No

P. ¿Se siente indefenso ante el cambio de estrategia de los implicados en el caso GAL?

R. He citado la expresión indefensión en un momento determinado. Fui acusado de ser la X de los GAL. Nada menos. Y pedí al fiscal que actuara. El que determinadas personas, en un procedimiento judicial, utilicen para su defensa argumentos de cualquier tipo no me produce la sensación de indefensión, salvo que haya una persona dentro de esas diligencias que diga que yo estoy al tanto del asunto, que lo conocía, o que falsee la realidad diciendo que ha hablado conmigo de él, lo cual es falso. Naturalmente, si no hay la posibilidad de restablecer por el mecanismo normal de la justicia la verdad, tendré otra vez una sensación de indefensión.

P. ¿Nunca había sospechado o intuido que miembros de su partido estaban implicados en acciones terroristas?

R. Es evidente que hay una información que está haciendo aparecer a algunos responsables de Interior dentro de alguna actividad como la del secuestro del señor Marey. Por cierto, ayer se mintió incluso sobre eso. El señor Damborenea dijo que era para intentar liberar al señor Martín Barrios. Éste apareció muerto el 19 de octubre y fue secuestrado días antes. El secuestro del señor Marey fue el 4 de diciembre. La relación entre uno y otro es tan falsa como toda la declaración, como el personaje que la sustenta.

P. ¿Tiene usted negocios con el empresario Sarasola o ha cobrado alguna vez comisiones por una gran obra fuera de España?

R. No he hecho nunca un negocio ni con él ni con nadie desde que tengo responsabilidad política. Por supuesto, no se me ha ocurrido jamás cobrar una comisión. Quien diga lo contrario es un calumniador, un difamador. Cuando se publique algo parecido a lo que se acaba de publicar en una revista, intentaré que la Fiscalía actúe, de manera que se depuren las responsabilidades.

P. La Fiscalía también tendría que actuar respecto a la posible apología del terrorismo de Damborenea.

R. Evidentemente.

P. ¿Cree que Belloch cuenta con el respaldo de todo el Gobierno y todo el partido?

R. Sí.

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