"Fusiladme si creéis que falto a la verdad"

Los hombres de confianza de Rodríguez Galindo, los oficiales del servicio de información de Intxaurrondo, han creído siempre en él. Cuando afloraron las primeras sospechas, fue homenajeado en el cuartel en un gesto colectivo de desagravio. "Fusiladme si llegáis a pensar que he faltado a la verdad" les dijo tras describirles "el calvario" personal que le ha supuesto pasar siete años en el centro del remolino de la sospecha pública.Nadie pone la mano en el fuego por nadie, y mucho menos después de lo visto con Luis Roldán, pero entre los investigadores del caso se, apunta que la figura del coronel "tampoco encaja con la del clásico corrupto".

Indican que el jefe de Intxaurrondo "puede haber hecho cierto capital" porque "a lo largo de estos años ha ahorrado todo lo que ganaba, no sale, no gasta y tiene además un sobresueldo vitalicio por las medallas y condecoraciones". Añaden que "lo cierto es que Galindo no necesitaba meterse en esa clase de asuntos del narcotráfico porque podía haber hecho lo de Roldán: él manejaba muchos millones de los fondos reservados que llegaban en maletines y a veces en helicóptero desde Madrid". El interrogante que se plantean es: "¿Cómo es posible que un hombre como el coronel Galindo no supiera, en todo caso, lo que pasaba en la 513, lo que hacía gente de su círculo más próximo como Dorado Villalobos?".

La teoría de una conspiración interna contra él no es descartada por esos medios: "Es posible que algún general agraviado por los continuos desafíos de Galindo a la jerarquía y unos cuantos resentidos hayan impulsado el asunto". "Pero siempre" subrayan, "a partir de datos reales, de indicios claros de corrupción en la 5l3".