Rabin amplía el Gobierno israelí con un 'halcón' y una 'Paloma'
Tel Aviv / Jerusalén El primer ministro israelí, Isaac Rabin, amplió ayer su Gobierno para poner al frente de dos nuevos ministerios a un halcón y a una paloma: el general Ehud Barak, un antiguo jefe del Estado Mayor, y Yosi Beilin, ex viceministro de Exteriores. Estos dos nombramientos tienen una doble significación política, son el palo y la zanahoria con que el primer ministro pretende dar el impulso final al acuerdo de paz con los palestinos y hacer frente a las elecciones del año próximo.
Yosi Beilin, de 47 años, convertido en ministro de Economía, es considerado el delfín de Simón Peres, ministro de Exteriores, y uno de los principales artesanos de los acuerdos de Oslo. Beilin reforzará, sin duda, el ala más pacifista del Gobierno israelí. Por el contrario, Ehud Barak, conocido por su posición mucho más dura, ocupará la función de ministro del Interior y supondrá un respaldo para Rabin. Apoyado por un general prestigioso de la nueva generación, el primer ministro obtendrá un cierto respiro para continuar el proceso de paz.
La oposición nacionalista es consciente del golpe de gracia dado por los laboristas y teme las consecuencias que la buena imagen de Barak, de 53 años, puedan tener en estos meses decisivos para la negociación en curso y en la próxima campaña electoral.
La cartera de Economía estaba hasta ahora en las manos de Simón Shetreet, que continúa corno ministro de Asuntos Religiosos, y la de Interior la ocupaba David Libai, que unía esta función a la de ministro de Justicia. El Comité Central del Partido Laborista votó unánimemente el lunes a favor de la ampliación del Gabinete y de los nombramientos.
El inicio de la vida política de Barak -miembro del Partido Laborista desde el pasado día 9- no es un camino de rosas. Días atrás, una investigación del diario Yedioth Aharonoth lanzó una gran sombra sobre su reputación. El diario acusa al general de haber falseado y escondido la investigación militar sobre un importante ejercicio militar en el que un misil mal ajustado causó cinco muertos y siete heridos en una unidad: de elite del Tsahal (Ejército).
Según la opinión pública Israelí, el Parlamento debe de exigir ahora otra investigación independiente del Ejército para esclarecer los hechos.
Es muy posible que Barak salga limpio de esta investigación, pero lo importante no es eso sino que con la acusación de quien hasta hace cuatro meses era el primer soldado de Israel, según los medios de comunicación, los padres de los soldados muertos y un organismo voluntario que lucha "por un Gobierno limpio", abre un nuevo capítulo en Israel: la última vaca sagrada -el Ejército y sus generales- acaba de ser ahorcada.
Por otra parte, dos jóvenes excursionistas israelíes fueron hallados muertos ayer en la garganta de Wadi Kelt, en, el desierto de Judea, entre Jerusalén y Jericó, por palestinos que les atacaron primero con armas blancas y luego con armas automáticas. Al parecer, uno de los fallecidos se llevó para el paseo su arma automática que los asaltantes utilizaron posteriormente. Los cadáveres fueron encontrados por miembros de la Sociedad Protectora de la Naturaleza.
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