Garantías telefónicas

José María Aznar considera definitiva la dimisión de Gabriel Cañellas como presidente de Baleares porque el líder autonómico le comunicó por teléfono el pasado viernes que al día siguiente iba a dimitir, y de forma irrevocable, aunque propiciaría que el PP de Baleares le pidiera que continuara.El martes, José María Aznar le había pedido que asumiera sus responsabilidades políticas por la presunta financiación irregular del PP de Baleares. Tres días después, Cañellas habló por teléfono con Aznar, cuando éste se encontraba en Valencia, y le comunicó que efectivamente iba a dimitir al día siguiente ante la junta directiva regional del PP.

Por eso Aznar invocó el sábado que Cañellas es un hombre de palabra. Era una forma de señalar que había cumplido con una parte de su compromiso y de confiar en que termine de cumplir del todo, enviando cuanto antes a la sede del PP en Madrid su dimisión por escrito.

Cañellas también anunció a Aznar que le enviaría hoy o en los próximos días una carta con su renuncia como presidente autonómico y del partido balear. Aunque a la vez le advirtió que se produciría una casi unánime petición de que continuara en sus cargos. Una petición que complacía a Cañellas porque mostraría el respaldo con que cuenta y le permitiría dar a entender que si se va, es por su voluntad personal.

Aznar viaja hoy a París para entrevistarse con el presidente de la República, Jacques Chirac, por lo que es casi imposible que reciba a una delegación del PP de Baleares que quiere negociar la continuidad de Cañellas.