La ofensiva de Sarajevo desencadena la ley seca
El hachazo definitivo se produjo el mes pasado, cuando las autoridades decretaron a petición del general Ratko MIadic el estado de guerra general, la ley seca y el cierre de los establecimientos de recreo, restaurantes incluidos. Lo excepcional de la medida ha puesto a la gente nerviosa en Pale. La razón esgrimida es la ofensiva del Ejército bosnio para intentar aflojar el dogal que asfixia a Sarajevo.Los combates son ahora especialmente intensos en la montaña de Treskavica, al sur de Sarajevo, con grandes bajas por ambas partes. "La lucha es tan furiosa que hace tres días trataba de protegerme intentando hacer un hueco en la tierra con mi cabeza... Tienen más gente de la que nunca habíamos visto", relata un joven policía militar serbio que acaba de regresar de ese frente.
Treskavica, donde se concentra la presión del Ejército bosnio, es una montaña de 2.000 metros que domina la ruta hacia el enclave musulmán de Gorazde a través de Trnovo. Su eventual control por Sarajevo abriría la posibilidad a una comunicación entre las dos ciudades. El redobilado asalto serbio de los últimos días contra el enclave musulmán de Srebrenica tendría como objetivo reducir el perímetro de este frente para poder distraer hombres y traerlos a Treskavica.
El triunfalismo ha desaparecido en Pale. "Si la guerra no acaba al final de este verano, la perderemos", asegura sin rubor Zoran, un soldado autoestopista para quien las bajas de su bando empiezan a ser inaceptablemente altas y la moral de combate inaceptablemente baja. Zoran ha recibido con alivio a los reclutados a punta de pistola por Milosevic: "Necesitamos muchos más hombres para combatir a los musulmanes". El mando serbobosnio impuso ayer un veto total a la presencia de periodistas a menos de 20 kilómetros de los frentes.
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