Cifra y música de las conmemoraciones
Este año, los ciclos granadinos han demostrado especial sensibilidad a la hora de conmemorar a algunos grandes músicos de un pretérito mediato o inmediato. Ninguno de mayor importancia histórica que Henry Purcell (1659-1695), que en los géneros dramáticos como en los instrumentales aportó al barroco europeo la genial originalidad de sus invenciones y, sobre todo, una carga emotiva de rara intensidad.Un grupo prestigiado y ya conocido en Granada, el English Bach London Festival, que gobierna con inteligencia Lina Lalandi, dio el jueves, en el Patio de Carlos V, una muy bella versión de La reina de las hadas, ópera-fantasía o, si se quiere, fiesta teatral, basada en El sueño de una noche de verano de Shakespeare.
Dentro de un nivel medio de profesionalidad muy elevada, los cantantes e instrumentistas británicos, dirigidos musicalmente por Howard Williams, nos permitieron gozar de las siempre sorprendentes bellezas que la obra contiene, a través de un estilo natural y expresivo, sin trastueque de espíritu de la época ni pedantería historicista. La acogida del público fue entusiasta.
En el teatrito del Alhambra Palace, así como en parte del concierto dado por la Orquesta de Córdoba en la plaza de Las Pasiegas, se recordó a Ernesto Lecuona, personalidad en la que se enlazan Cuba y las Islas Canarias. Un maestro actual del piano, Jorge Luis Prats, continuador de la gran tradición pianística cubana, expuso con gracia y comunicativa sencillez la Rapsodia negra, antes de abordar la célebre Rapsodia in blue de Gershwing. Leo Brouwer, titular del conjunto sinfónico cordobés, nos hizo escuchar su brillante Canción de gesta y las excelentes Variaciones concertantes del argentino Alberto Ginastera, modélicas en su ideación y en su escritura. La Orquesta de Córdoba, creada en 1992, y su director, Brouwer, pusieron de relieve valores muy considerables.
Catálogo de Lecuona
Al repertorio de cámara y siempre con sus características señas popularistas y un punto románticas, aportó Lecuona un catálogo cuantioso, editado y presentado aquí por la Sociedad General de Autores dé España y trabajado con minucia por Hamelé Rozada y Fernando Cabañas. Casi 400 páginas, con centenares de títulos de todos los géneros, testimonian quién fue y lo que hizo el autor de Siboney y de la zarzuela cubana María de la 0. Cantaron con buenos medios y gran propiedad la soprano cubana Emelina López y el tenor madrileño Enrique Ferrer, y tocó el notable pianista habanero Alberto Joya.
No quedaron sin atención los centenarios de Hindemith y Orff, los cincuentenarios de, la muerte de Bartock y Webern y el 150º aniversario de Fauré. El mandato del almanaque se hizo música viva para enriquecer la memoria de los hombres significativos y sus obras.
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