Perote se reservó ante el juez información sobre los GAL para administrarla a su conveniencia

El coronel Juan Alberto Perote, ex jefe de la Agrupación Operativa del Cesid, no contó el martes al juez Garzón todo lo que sabe sobre el caso GAL. Según informaron fuentes de la Audiencia Nacional, Perote se reservó información para administrarla a su conveniencia. El ahora imputado se acogió a su derecho a guardar silencio en varias ocasiones, y ante determinadas preguntas respondió "ahora no", en clara referencia a que todavía no era el momento de facilitar la información solicitada. Garzón decidió considerarle imputado, en lugar de testigo, cuando tras preguntarle si el Cesid disponía de información sobre los GAL, Perote replicó que la respuesta a esa pregunta podría. depararle algún tipo de responsabilidad penal.

En medios jurídicos ha provoca do cierta sorpresa la estrategia de defensa de Perote. El militar podría haber evitado la imputación, como hizo por la mañana su colega y sucesor en el Cesid Manuel López Fernández, alegando simplemente ignorancia sobre si el Cesid había realizado investigaciones sobre los GAL y negando cualquier vinculación entre los espías españoles y la guerra sucia contra ETA. Sin embargo, Perote, lejos de manifestar desconocimiento, presumió de lo contrario, si bien señalando que no era el momento de contar determinados detalles.En su testimonio dio algunas informaciones sobre el Cesid y admitió que La Casa -como se denomina al centro- realizó investigaciones sobre los GAL. Dentro de las informaciones generales, Perote señaló que había trabajado a las órdenes de los generales Andrés Cassinello, actualmente en la reserva; Santiago Bastos, también en la reserva, y Guillermo Ostos, actual jefe de la zona de Galicia de la Guardia Civil. Perote colaboró con el juez en aquellos temas que no resultaban comprometidos para él, y guardó silencio o contestó "ahora no" o "no es el momento" ante las preguntas de las que se podían dedudir implicaciónes en la trama de los GAL.

Extraña línea de defensa

Los citados medios jurídicos consideran que las menciones a los generales Cassinello, Bastos y Ostos -Perote no denunció ni acusó a nadie ante el juez- son un "aviso a navegantes".

Perote, según se comenta en estos medios, parece montar su defensa sobre la base de que es obvio que los espías españoles investigaron a los GAL -las actividades del grupo terrorista se desarrollaron en Francia- porque es uno de sus cometidos enterarse de las cuestiones que pueden afectar a la seguridad del Estado. Él habría tenido conocímiento de las pesquisas, según las mismas fuentes, pero no podía denunciar nada, precisamente por ser jefe de la Agrupación Operativa del Cesid. Su responsabilidad, a su entender, quedaría salvada puesto que el director del Cesid en ese momento, Emilio Alonso Manglano, informaba de todo al presidente y al vicepresidente del Gobierno.

Perote fue preguntado también por sus relaciones con Julián Sancristóbal, ex director general de Seguridad, procesado en el caso GAL como uno de los fundadores de la organización terrorista anti ETA y al que Perote visitó en la prisión en dos ocasiones, el 12 y el 24 de mayo de este año. El coronel dijo que les une una antigua amistad.

Perote es también amigo y vecino del ex presidente de Banesto Mario Conde, y del ex jefe del Gabinete de Operaciones Especiales del Ministerio del Interior Francisco Álvarez, procesados en el caso Banesto y en el caso GAL, respectivamente, pero el militar no fue preguntado por estas relaciones.

Una vez que Perote ha mencionado a los tres generales y al coronel de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, además de a Manglano, en fuentes de la Audiencia Nacional se considera que los próximos pasos del juez a la hora de profundizar en las relaciones Cesid-GAL se encaminarán a citar a todos ellos, previsiblemente empezando por el todavía director en funciones del Cesid, Emilio Alonso Manglano.

La relación entre el Cesid y los GAL fue mencionada por primera vez por el ex policía José Amedo en su declaración ante Garzón en relación con el atentado más sangriento de los GAL. El 25 de septiembre de 1985 cuatro presuntos miembros de ETA fueron asesinados en la cafetería del Hotel Monbar en Bayona (Francia).

Amedo mencionó al responsable del Cesid en el País Vasco en aquellas fechas, Jesús Somontes, ya fallecido, como una de las personas que tenía conocimiento del atentado. El superior jerárquico de Amedo; Miguel Planchuelo, que llegó a ser jefe de policía de Bilbao, fue más lejos y dijo que en 1985 había oído que el atentado del Monbar había sido cosa del Cesid y de la Guardia Civil. Planchuelo llegó a mencionar a Jesús Somontes, al ex coronel Rafael Masa González y al coronel Enrique Rodríguez Galindo, de la Guardia Civil, como personas que le puenteaban con la información antiterrorista. Añadió que los tres mandos mencionados tenían libre acceso a las dependencias de la jefatura de Bilbao, donde se nutrían de informaciones relati-, vas a comandos policiales.

Posteriormente, Perote y el coronel Manuel López mencionaron ante el juez Jesús Palomino Yébenes, en la causa militar que se sigue contra el primero, que entre los documentos que Perote se llevó del Cesid en 1991 figuraban algunos relativos a la lucha anti ETA y a los GAL.