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'Atlantis', 'Mir' y 'Soyuz' se separaron en un ballet cósmico a 28.000 kilómetros por hora

Los tres vehículos imitaron la danza de las naves espaciales de la película '2001'

El transbordador estadounidense soltó a marras de la estación espacial rusa ayer, a la 13. 10 (hora peninsular española), en una operación tan crítica como la del atraque realizada 118 horas atrás, es decir, el pasado jueves. Poco antes de la separación, la cápsula rusa Soyuz se separó del complejo orbital para filmar el momento crítico. A 28.000 kilómetros por hora, en órbita a 400 kilómetros de altura sobre la Tierra, los tres vehículos espaciales se mantuvieron a poca distancia entre sí. "Vienen a la mente las palabras ballet cósmico", dijo Rober Gibson, comandante del Atlantis.

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Si la NASA hubiera acompañado ayer con El Danubio Azul la retransmisión en directo de la separación de las naves, la maniobra habría Imitado muy bien la ficción de la película 26101, una odisea del espacio, en la mítica secuencia de la danza de las naves flotando en el vacío acompasadas con el vals.Era la primera vez que tres vehículos estuvieron en el espacio a pocos centenares de metros unos de otros, para filmar y controlar la compleja operación. Luego, el transbordador con ocho astronautas a bordo emprendió el vuelo de regresó, para aterrizar el próximo viernes en Florida (EE UU). Arriba, en la Mir, quedaron dos rusos y atrás cinco históricos días en que se han juntado por vez primera 10 personas -cuatro rusos y seis estadounidenses-. Ha sido la primera misión ruso-estadoundiense en 20 años.

Ayer por la mañana se habían cerrado las compuertas de los dos vehículos unidos, desde el jueves, por un túnel articulado. Los anillos de conexión se desengancharon y el Atlantis se apartó de la Mir 60 centímetros. Durante un instante a los responsables de los centros de control en Tierra (en Houston y en Kalingrado) se les pusieron los pelos de punta, cuando vieron en las pantallas que el Atlantis se deslizaba anormalmente nada más desengancharse de la estación. Luego quitaron importancia al problema , aunque dijeron que si se hubiera producido durante la maniobra de aproximación, se habría abortado el acoplamiento por cuestiones de seguridad.

Casi cien cerrojos

Si el Atlantis no se hubiera separado de la Mir automáticamente, los astronautas Greg Harbaugh y Ellen Baker habrían salido de la nave para desenganchar manualmente los 96 cerrojos que sujetaban la unión, informa Renter.

Por fin Gibson encendió los motores del Atlantis y colocó la nave a una distancia de seguridad, a 130 metros, para empezar la sesión fotográfica entre el transbordador (100 toneladas), la Mir (120 toneladas) y la cápsula Soyuz (6,6 toneladas), que minutos antes habían formado una estructura de más de 200 toneladas.

A bordo de la Soyuz TM21 iban el nuevo comandante de la Mir Anatoll Soloviev y Nicolai Budarin, que llegaron en el Atlantis y permanecerán en la estación 10 semanas sustituyendo al estadounidense Normand Thagard y los rusos VIadimir Dezhurov y Gennadi Strekalov. Ellos tres han pasado casi cuatro meses en órbita y van ya camino de la Tierra a bordo del transbordador, con los cinco estadounidenses que han hecho el viaje rápido de ida y vuelta en esta misión.

Durante los cinco días que las tres tripulaciones han convivido en el complejo espacial, no han tenido mucho que hacer aparte de las rutinas laborales de los astronautas, completar los exámenes médicos, hacer alguna reparación en los equipos, trasladar suministros y muestras científicas entre las dos naves y, sobre todo, aprender a convivir y a trabajar juntos. Por delante quedan seis vuelos conjuntos más en los próximos dos años, antes de empezar a montar la estación espacial internacional Alpha, en colaboración con europeos y japoneses. La próxima cita en órbita está fijada para el próximo octubre.

Las filmaciones proporcionaron información visual muy útil para preparar las siguientes misiones conjuntas. La separación de la Soyuz para filmar la separación del Atlantis y la Mir fue propuesta por la NASA y rechazada, en principio, por el control ruso de la misión, dado que una nave tiene que estar siempre amarrada a la Mir para que, en caso de emergencia, los cosmonautas abandonen la estación inmediatamente.

La solución fue que Soloviev y Budarin se embarcaran en la Soyuz y dejaron vacía la Mir durante unos minutos. De todas formas, por si acaso, el Atlantis permaneció en las proximidades del complejo espacial y comprobaron que los rusos volvían sanos y salvos a su casa espacial, 43 minutos después de abandonarla.

En caso de haber surgido problemas, el transbordador habría intentado una dificilísima y jamás ejecutada operación de rescate de sus colegas rusos.

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