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Tribuna:A LA INTEMPERIE
Tribuna
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Son como niños

Juan José Millás

Creo que todavía no sabemos qué organismo fue el responsable de las inundaciones últimas". Es un lío la discusión entre el Ayuntamiento, el Ministerio de Obras Públicas y la Comunidad. Parece que las alcantarillas son de unos, el lago de la Casa de Campo de otros y las compuertas del río Manzanares de un técnico municipal que guarda las llaves en la mesilla de noche. Mucha técnica, pero al final la vida de uno depende siempre de una tontería, es decir, de una llave de esas con las que nos frotaban los orzuelos cuando éramos pequeños. Uno pensaba que las compuertas de un río, incluso si se trataba de un río de juguete, se manejaban desde una especie de quirófano lleno de ordenadores. Uno imaginaba a unos señores con bata blanca observando a los patos del Manzanares a través de unos monitores y apretando botones para que las compuertas se abrieran o cerraran en función del, caudal. Uno, en su ingenuidad, llegó a creer que quizá el río tuviera unos sensores que evitaran la existencia de todo lo anterior.Uno imaginaba cualquier cosa, menos que la vida de los ciudadanos dependiera de un empleado municipal que quizá guarda la llave del río en la mesilla, junto ala caja de preservativos y el vaso para la dentadura postiza. Y es que en los periódicos, y en la realidad por tanto, empiezan a convivir cosas inconipatibles. O sea, que no se nos puede estar informando todo el día de espacios radioeléctricos y llenándonos la imaginación de escáneres, cuando al final las cosas que de verdad nos atañen dependen de una llave de hierro cuyo depositario es un señor que puede constiparse y no estar para salir a abrir compuertas. Es muy contradictorio, ya digo. En este caso no es que el técnico se hubiera puesto enfermo, sino que estaba atascado el pobre, eso he leído. Uno piensa: también que hay helicópteros para casos así. De hecho, los helicópteros nos dan el coñazo con bastante frecuencia al atravesar el espacio radioacústico de la ciudad. Uno no entiende qué impide transportar, en casos de emergencia, la llave en estos trastos. Uno deduce, finalmente, que el Manzanares es un río municipal y espeso, sobre todo espeso, es decir, un río con manguitos que ha hecho su oposición a río, la ha sacado, y como ya tiene un cauce para toda la vida no está dispuesto a que nadie le diga cómo funcionan sus compuertas. Y si a él le gusta que se muevan a golpe de llave, el usuario se joroba y vuelve mañana, -vuelva usted mañana, que la noche de un sábado tampoco es momento para venir a reclamar.

Parece que el dueño de las alcantarillas de la M-30, que según el alcalde no funcionaron, es Borrell. Pues bien, si yo fuera Borrell, Dios no lo quiera, salía a la palestra y me declaraba culpable de la inundación. Aquí sale ahora un señor cualquiera, un particular, y se declara responsable de esto y de lo otro, incluido el espacio radioeléctrico con sus escuchas y gana las elecciones hasta el 2050. Y es que aquí necesitamos gente responsable, instituciones y personas que cuando se equivocan o han perdido la llave, digan que se han dejado las llaves por dentro alguna vez. Lo intolerable es no saber a quién se reclama si te inundan, por que los seguros dicen que no. O si te devoran a un hijo por la noche 20 o 30 caníbales con el cerebro al cero, que van de 20 en 20 ya y la poli ni los huele. O dónde dormir si al vecino se le ha escapado una serpiente pitón, como el otro día, y tienes miedo de que se haya colado en tu casa. Que no vivimos entre las fuerzas de la naturaleza y las de la sinrazón. Y los responsables acusándose unos a otros. Son como niños.

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Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

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