_
_
_
_

El vacío en la vicepresidencia es mal acogido en el Gobierno y en el PSOE

La vacante que se produce en la vicepresidencia del Gobierno no ha producido ninguna reacción oficial, pero sí muchas oficiosas. Hay coincidencia en que resulta negativa para la imagen del Gobierno, ya que da sensación de provisionalidad, inutilidad del cargo, además de otras derivaciones partidarias, relacionadas con la sucesión de Felipe González, según desgranaron ayer con variados énfasis ministros y dirigentes del PSOE.La próxima semana, Felipe González ordenará una restructuración administrativa por la que las funciones que tenía hasta ahora el vicepresidente, Narcís Serra, se repartirán entre el propio González, el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, y el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Más información
González opta por un cambio mínimo de Gobierno
El hombre de Narcís vuelve a casa
Un 'barón' salvado por la mano de González
El misterio de la supervivencia
CiU cree que González pierde "una oportunidad de oro"
El fiscal se opone al recurso de Roldán para salir de la cárcel
Solbes no cree conveniente prorrogar los Presupuestos del Estado para 1996
"...pa no pensar"

El único candidato del presidente, según fuentes gubernamentales, para ocupar el puesto era el ministro de Exteriores, Javier Solana, y una vez descartado por imposibilidad material y temporal ha decidido dejar la silla vacía.

Los dirigentes del partido consideran que con la vacante sólo puede haber satisfacción en el entorno de La Moncloa. A saber, Rosa Conde, con quien el vicepresidente no tenía buenas relaciones; el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el propio Serra, "porque después de él viene la nada". Según estas fuentes, al margen de estas tres personas, para casi todos es un mal síntoma, por mucho que González haya tomado esta decisión en aras de la necesaria continuidad de ministros para afrontar la presidencia.

La cuestión sucesoria surge con fuerza en el capítulo de las explicaciones para justificar la silla vacía. Fuentes gubernamentales atribuyen a González la idea de que el vicepresidente tendría la inmediata etiqueta de sucesor, con lo que se abriría un debate que González no quiere propiciar hasta que no considere oportuno.

Pérez Rubalcaba, después de alabar a Serra y a Julián García Vargas, declaró con pesar: "No hemos sabido transmitir la tarea del vicepresidente". Antes dijo que ninguna acción del Gobierno ha sido ajena a Narcís Serra.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_