El juez acusa a Perote de entregar a "El Mundo" documentos "por sí o por persona interpuesta"
"Por sí o por medio de persona interpuesta", el coronel en la reserva Juan Alberto Perote Pellón reveló a El Mundo los documentos que en 1991 sustrajo del Cesid y que fueron publicados la semana pasada por el citado diario, según el auto de Procesamiento dictado ayer por el titular del Juzgado Togado Militar Central número 1, el coronel Jesús Palomino Yébenes. "Así puede inferirse racionalmente", afirma el auto, basándose en los testimonios prestados ante el juez, el lunes y el martes por varios agentes del servicio secreto y en la "coincidencia o identidad" entre los documentos sustraídos por Perote y los publicados en la prensa, "bien en forma íntegra, bien alterada".
El auto, dictado a las, tres de la madrugada de ayer, justo cuando se cumplía el límite máximo de 72 horas de la detención del antiguo, responsable de la Agrupación Operativa del Cesid, le procesa como presunto autor de un delito de "revelación de secretos o informaciones relativas a la seguridad o defensa nacional", castigado con hasta 10 años de cárcel por el Código Penal Militar, y decreta su prisión preventiva, "atendiendo a la especial gravedad" de los hechos; "así como a la alarma social producida". El auto explica que, en tomo a la primavera o verano de 1990, Perote ordenó al sargento prime ro de la Guardia Civil, Miguel Femández la microfilmación de unos 1.20,0 documentos o notas de despacho con el director del centro, Emilio Alonso Manglano, cumpliendo aquél la orden y destruyendo posteriormente los originales en papel. Entre este material se encontraría, según ha podido saber EL PAIS, informes clasificados sobre terrorismo, narcotráfico y la situación política en el norte de África, además de relaciones de agentes y colaboradores del servicio se creto. Tras el "súbito cese" de Perote en noviembre de 1991, su sucesor al frente de la Agrupación Operativa, el coronel Manuel López Fernández, advirtió la falta de documentación perteneciente al periodo comprendido entre noviembre de 1982 y octubre de 1989, a pesar de que aquél W había manifestado que no tenía documento alguno que tras pasarle. López Fernández pidió: el material al jefe de la Secretaría, el entonces teniente, coronel Pedro Herguedas, que le manifestó que no lo guardaba en su poder porque el coronel Perote no se lo había entregado.Requerido. en distintas ocasiones para qué lo devolviese, Pero alegó "que se había traspapelado entre documentación de carácter privado" y no lo reintegró hasta finales de marzo de 1992,a través del capitán Enrique de la Torre, quien lo entregó al teniente coronel Rafael Rubio.
El relato de los hechos da un salto hasta los pasados días 12 y 13 de junio, cuando El Mundo difunde siete documentos que transcriben "total o parcialmente" la documentación microfilmada que se entregó a Perote y que fue "retirada y retenida por éste, fuera del lugar reglamentario de custodia y sin autorización ni habilitación legal para ello".
El juez considera "verdaderamente difícil de aceptar". que Perote no recuerde a quién dio la orden de microfilmar la nota de despacho, si pidió o no que se le entregasen las microfichas o dónde las guardó, entre, otros extremos, como éste aseguró durante su declaración. "Todo ello frente a las concluyentes explicaciones" ofrecidas por una funcionaria del servicio secreto, por el sargento primero Miguel Fernández o por el coronel Manuel López Fernández. También ve "difícil dé aceptar" su explicación de que ordenó microfilmar los documentos para ganar espacio pues se quedó con las. microfichas y no destruyó sino mucho después los. originales.
El juez estima que hay "motivos suficientes" para acusar a Perote de un delito de revelación de secreto, al haberse hecho con documentos microfilmados "burlando las pertinentes medidas de seguridad ( ... ) y alegan do, al descubrirse la falta en el servicio de la documentación reseñada, que inadvertidamente se la había llevado con dilación en su posterior devolución".
Perote se trasladó ayer de nuevo desde la prisión de Alcalá de Henares a la sede del Juzgado Togado Militar Central para prestar declaración. El lunes y martes, el juez tomó declaración a cinco testigos, además del propio acusado. El lunes comparecieron el coronel López Fernández y el teniente coronel Rubio Luengo. El martes lo hicieron la funcionaria Olga Asenjo Castillo, que trabajó como administrativa para Perote durante su estancia en el centro, y el sargento primero de la Guardia Civil Miguel. Fernández Jordán, a quien el coronel ordenó confeccionar el listado de grabaciones publicado por El Mundo. Igualmente compareció, como testigo de la defensa, el director del citado diario, Pedro J. Ramírez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Prisión preventiva
- El Mundo
- Ministerio de Defensa
- Caso escuchas Cesid
- Juan Alberto Perote
- Escuchas telefónicas
- Cesid
- Fuerzas armadas
- Servicios inteligencia
- Justicia militar
- Intromisión intimidad
- Espionaje
- Seguridad nacional
- Corrupción política
- Prisiones
- Prensa
- Corrupción
- Casos judiciales
- Centros penitenciarios
- Sucesos
- Fuerzas seguridad
- Defensa
- Régimen penitenciario
- Ministerios
- Delitos