IU advierte que no dejará que el "caso Cesid" se convierta en el "caso Perote"

No levantó la voz ni un solo momento. Rosa Aguilar, portavoz de IU-IC, fue desgranando, sin una palabra más alta que otra, un durísimo rosario de imputaciones -"cómplice"-, reproches -"irresponsables"-, críticas -"inepto"-, ruegos -"dimita"- y una advertencia: "No vamos a caer en la trampa de convertir el caso Cesid en el caso Perote, ni el caso de las escuchas ilegales en el caso de la conspiraciónAguilar había calificado de "lamentable y vergonzante" que Felipe González hubiera enviado a Narcís Serra a dar las explicaciones ante el Parlamento. Pero su discurso no iba dirigido a Serra. El vicepresidente fue la excusa para que la portavoz de IU estructurara su intervención en torno a- lo que, a su juicio, han sido los últimos años de gobierno socialista. Y recogiera una antología de críticas a un presidente del que dijo que había estado "huido" en esta crisis. Una crisis que hay que sumar, dijo, al caso BOE, Filesa, Rubio, GAL, Roldán o fondos reservados.

En la lista de las maldades socialistas Rosa Aguilar incluyó hasta el nombramiento como director del Cesid de Emilio Alonso Manglano. Todo vale, pero la verdad es que Manglano debe su nombramiento. al Gobierno de UCI) y no al de González. Error o no, tampoco importaba demasiado ya que lo que a la diputada de IU le interesaba era diferenciar claramente dos hechos que, en su opinión, tienen y deben tener tratamientos distintos.

10 años grabando

Es decir, la portavoz dijo que no -se está discutiendo ahora, si se han publicado o no documentos de forma legal o ilegal. Lo grave, en su opinión, es que durante 10 años se han estado grabando ilegalmente las conversaciones privadas de numerosos ciudadanos. Y ésa es la auténtica cuestión. Rosa Aguilar utilizó la teoría del pecado original, causante de las desgracias de la humanidad. El pecado original, es la grabación de conversaciones realizada por el Cesid. Vamos a ver: si no se hubieran producido las grabaciones, no se hubieran archivado; y si no se hubieran archivado, no se hubieran filtrado; y, si no se hubieran filtrado, no se hubieran publicado.

Sea como fuere y con un González que iba ensombreciendo cada vez más su gesto, la porta voz de IU-IC añadió que todo lo ocurrido en los servicios secretos demuestra que "no se demontaron las estructuras de la seguridad del pasado, ni las ha democratizado. Lo que hicieron nuevo lo hicieron sobre las viejas estructuras".

Volviéndose hacia el banco azul, mirando a González, Rosa Aguilar concluyó pidiendo al presidente que se marchara. "Señor González, dimita. Hágalo por el bien del país. Ha llegado el momento. Váyase".

Recogió los papeles, descendió de la tribuna y se dirigió hacia su escaño, pasando sin mirar, al lado del presidente.