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LA CRISIS DE LAS ESCUCHAS

El fiscal pide un millón de fianza para Manglano

El fiscal jefe de Madrid, Mariano Fernández Bermejo, comunicó ayer a la juez María Jesús Coronado que ve motivos para acusar al teniente general Emilio Alonso Manglano y al coronel Juan Alberto Perote de un delito de interceptación de comunicaciones telefónicas, y pide a la magistrada que imponga una fianza de un millón de pesetas a Manglano para que pueda seguir en libertad. La titular del Juzgado número 43 de Madrid ha admitido a trámite la primera de las querellas por la escuchas del Cesid, la del director de la revista Época, Jaime Campmany.La admisión de esta querella ha paralizado las diligencias que la Fiscalía de Madrid abrió la semana pasada por orden del fiscal general del Estado, Carlos Granados. El fiscal Bermejo, que ha dado traslado de lo actuado a la juez, se limita a poner de manifiesto la existencia del delito de grabaciones." ilegales, que según la legislación de 1991 -año al que se remontan los hechos-está castigado con penas de entre uno y seis meses de cárcel. De ahí que la fianza que pide sea de sólo un millón de pesetas. -(A partir de. diciembre de 1994 . las penas por este delito fueron elevadas a prisión menor en grado medio: de dos años, cuatro meses y un día a cuatro años y dos meses).

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Bermejo acusa del mismo delito al ex jefe de operaciones del Cesid, el coronel Juan Alberto Perote, preso en la cárcel militar de Alcalá de Henares por algo más grave que la mera grabación de escuchas: presunto delito de revelación' de secreto, castigado con hasta diez años de cárcel.

El fiscal jefe de Madrid presentó la petición de que se considere imputados a ambos militares por las escuchas del Cesid ayer por1a mañana, después de que la juez Coronado admitiese a trámite la querella de Campmany contra Manglano por haber grabado conversaciones suyas., Al haber ya un procedimiento judicial abierto por los mismos hechos objeto de la investigación, la Fiscalía se ha visto obligada por ley a cesar en su investigación.

De lo practicado por Bermejo se concluye -que "el director del centro [Manglano] montó un sistema de escuchas, algunas de ellas realizadas con grabaciones de teléfonos móviles". "Alguien realizó unas grabaciones y las conservó unos años, y parte de los documentos y soportes, como cintas para grabar, fueron sustraídos y entraron en un tráfico que ha tenido como consecuencia la publicación de datos de esa documentación en un conocido diario". Para Bermejo, de todo ello se desprende "la posible comisión por Manglano de un delito de interceptación de comunicaciones, del -que serían responsables él y quienes formaron parte del citado gabinete, entre ellos Juan Perote como jefe del área donde se produjeron los hechos investigados".

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