"La victoria del Frente Nacional en Tolón es inquietante"

Alcalde de pueblo desde 1959, René Monory, de 72 años, encarna la figura del provinciano astuto que ha escalado las cimas políticas de París a golpe de sentido común. Con su título de maestría industrial y tres decenios como vendedor de coches, desplazó a los funcionarios de élite al frente de los ministerios de Industria y Economía (1977-1981), de la mano del líder de su partido, el centrista Valéry Giscard d'Estaing, y del departamento de Educación (1986-1988), durante el Gobierno de cohabitación del gaullista Jacques Chirac. El número dos en el escalafón institucional de la República Francesa, como presidente del Senado desde 1992, visitó ayer Madrid para intervenir en un acto en la Cámara alta española.

Pregunta. ¿Las elecciones del domingo han alterado el panorama político francés?

Respuesta. No ha cambiado tanto. Y eso que un gran número de concejales de la izquierda han sido elegidos. en elecciones triangulares [con más de dos candidatos en la segunda vuelta] gracias al traspaso de voto de la derecha, que ha beneficiado más a los socialistas que a los comunistas, para frenar a la ultraderecha.

P. Sin embargo, la victoria del Frente Nacional (FN) en Tolón es todo un símbolo.

R. Esto es lo más inquietante de las elecciones. Me preocupa la actitud de los votantes hacia la extrema derecha porque soy europeísta, y no nacionalista; solidario, y estoy contra la exclusión de los extranjeros. Por eso me inquieto. Hay tres ciudades -una grande Tolón, y dos medianas, Marignane y Orange- que están en manos del FN. Es un fenómeno nuevo que atribuyo a la oposición a la presencia de inmigrantes en la periferia de las grandes ciudades y al antieuropeísmo conservador. Este avance del FN, que no deja de ser limitado, obliga a una reflexión del Gobierno para dar una respuesta a cuestiones tan sensibles como la integración, la seguridad, la situación de los barrios periféricos... Y no es fácil,.

P. Parece que Jean-Marie Le Pen va tener un escaño en el Senado.

R. Espero que eso no llegue a suceder.

P. ¿Optimista o pesimista europeo?

R. Soy europeísta, pero no un ingenuo. Hay que desbloquear cuestiones como la defensa y la moneda comunes. Son los dos principales obstáculos que frenan la solidaridad europea. La moneda única será el cemento que servirá para construir la unión, política, cuyo bloqueo se traduce, por ejemplo, en la dificultad para lograr un compromiso común sobre la antigua Yugoslavia.

P. Tras10 años de integración en Europa, en España aumenta el euroescepticismo. ¿Ha oído hablar de los ataques a camiones españoles en Francia?

R. Eso son episodios aislados. Si los españoles hacen las cuentas de los 10 últimos años, creo que han salido beneficiados. No se puede decir que Europa haya sido inútil para España. Es, verdad que hay pequeños problemas con las fresas, la pesca... Lo que pasa es que la opinión pública se cuestiona el papel de la Unión y hay que impedir que el árbol no deje ver el bosque.

P. ¿Una Europa a 15 perjudica a los países del sur?

R. Espero que no hayamos ido demasiado rápido. Personalmente, creo que habría que esperar antes de una nueva ampliación. El eje Francia-España puede hacer presión hacia el sur. Tenemos que estar. atentos con una Europa cuyo centro se ha desplazado hacia las fronteras de Alemania.

P. Si como número dos de laRepública Francesa tuviese que ocupar la presidencia, ¿apretaría el botón de los ensayos nucleares?

R. No soy el presidente, ni lo seré nunca.

P. ¿Qué opinión le merece entonces la decisión de Chirac de reanudar las pruebas nucleares?

R. Lo importante es que el Gobierno francés se ha comprometido a suprimir los ensayos nucleares. Hay mucha hipocresía en todo este asunto: países que realizan pruebas nucleares sin decirlo. Estoy convencido de que si el Gobierno francés ha tomado esta determinación es porque tiene sus argumentos, aunque yo no los conozco. Yo me quedo con la supresión de los ensayos a partir de mayo del año que viene.