El PP subraya que "Pujol tiene la palabra" para que siga o no el Gobierno

A José María Aznar y el Partido Popular la sucesión de escándalos les ha agotado el repertorio. Ante la nueva y galopante crisis están condenados a repetirse. Que se vaya Felipe González, que se convoquen elecciones anticipadas, que ellos están dispuestos a presentar una moción de censura, pero sólo si cuentan con apoyo de otras fuerzas y con el objetivo único de llamar a los ciudadanos a las urnas. La recuperación de esta última propuesta no tiene más objetivo que destacar la "responsabilidad de Jordi Pujol en el mantenimiento de la situación".

El secretario general de Comunicación de la Generalitat de Cataluña y dirigente de CDC, el partido de Pujol, Joaquim Triadú, tardó pocas horas en contestar que la censura sin programa alternativo y para convocar elecciones es "un brindis al sol". También rechazaron la idea el PNV y Coalición Canaria. Pero la reacción era perfectamente esperada en Génova 13, la sede central de los populares.Aznar comenzó la jornada con declaraciones radiofónicas. Reiteró su conocida explicación. "Estoy dispuesto a presentar una moción de censura para salir de la situación, no para permanecer en ella". Es decir, una censura para derribar a Felipe González y formar un Gobierno con el único programa de convocar elecciones.

El presidente del PP aseguró también que sufre "escalofríos" ante la situación política. "No estamos solamente ante una crisis de partido, de Gobierno", dijo. Se está dañando la democracia, el Estado, y se está dañando a nuestro país'. Eso es especialmente grave".

Luego presidió la Comisión Permanente de su partido, convocada en la víspera de la constitución de los nuevos ayuntamientos para examinar el desarrollo de los pactos municipales. La permanente decidió acelerar los trabajos, ya en marcha, para preparar el pro grama electoral nacional y concluirlo este mismo año.

Sobre la base de considerar "posible" el adelanto al otoño de las elecciones autonómicas en Cataluña, se decidió también dedicar a esta comunidad autónoma una atención preferente. Como el comité electoral catalán está formado desde una semana después del 28-M, la decisión adoptada ayer es profundizar en la organización, y adaptarla a la estructura comarcal, después de haber "doblado el espacio político, y, prácticamente, el número de concejales".

La permanente, según el secretario general, Francisco Álvarez Cascos, constató "el fracaso del Gobierno" en su intento de cambiar el panorama político y dar por cerrada con las elecciones municipales y autonómicas "una situación de crisis y deterioro". Era "una perspectiva voluntarista", según Álvarez Cascos, y "ha fracasado".

"Un Gobierno deteriorado, sin control, no es más que una maquina de producir escándalos", añadió el secretario general, que calificó a González de "ovni político" porque "se niega a aceptar responsabilidades políticas en el partido, en el Gobierno y en cualquier área de gobierno".

La Administración, afectada

La crisis, para los populares,, sobrepasa al partido socialista y al Ejecutivo y "está infectando la Adiministración", por lo que se convierte en un reto de "higiene democrática" cambiar de Gobierno. "Y sólo hay dos posibilidades", argumenta Álvarez Cascos, "o una mayoría parlamentaria distinta" con la actual composición del Congreso de los Diputados "o convocar elecciones generales".En ambos casos, es Pujol quien "tiene la palabra". El presidente de la Generalitat y líder de CiU es emplazado de nuevo a que "explique qué tiene que ocurrir, a qué grado de deterioro hay' que llegar" para que retire su apoyo al Gobierno de González. "No depende de nosotros", argumentan Aznar y los suyos.

Lo que sí depende del Partido Popular es renovar la disponibilidad a la moción de censura puramente preelectoral y advertir que no hay disposición a una moción de "censura parlamentaria", la que ofrece sustituir al Gobierno por otro en base a un programa alternativo. "Serían fuegos artificiales para distraer la atención", interpreta el secretario general.

Todo lo que no sean elecciones será una salida en falso, sostienen los populares. La dimisión de Narcís Serra, el vicepresidente del Ejecutivo, es "inevitable, inexcusable, inaplazable", según Álvarez Cascos, y González debería acudir al Parlamento "para que se debata su responsabilidad política" en el espionaje del Cesid, pero el partido de Aznar no está dispuesto a aceptar ninguna negociación ni trato sobre el sustituto del teniente general Emilio Alonso Manglano, director del servicio secreto militar. "¿Para qué?", se preguntan, "¿para que sigan en el Gobierno los mismos responsables y, se siga haciendo lo mismo?".