El Reino Unido se desmarca de los Quince y rechaza una rebaja del veto en la UE
Los representantes personales de los Estados miembros de la Unión Europea (UE) finalizaron ayer la segunda reunión del Grupo de Reflexión, presidido por el español Carlos Westendorp, que centró sus trabajos en las cuestiones institucionales. Si en algunas áreas -mantenimiento de los poderes de la Comisión, reforzamiento del papel de los Parlamentos nacionales- existe un consenso, en otras no hubo acuerdo. El Reino Unido fue la única delegación que rechazó tajantemente el incremento del papel del Parlamento Europeo, o a la disminución del veto, aumentando el uso de mayorías cualificadas.
El representante británico, David Davis, señaló que "los pueblos de Europa no entenderán un sistema que permita que algunos países se vean disminuidos en áreas sensibles o temas de interés nacional". El resto de las delegaciones se dividen en dos grupos: los países partidarios de ampliar como regla general el actual uso de la mayoría cualificada -Bélgica, Holanda, Alemania y Luxemburgo- y los que consideran que hay que examinar esta posibilidad caso por caso, como España. El secretario de Estado para las Comunidades Europeas, Carlos Westendorp, reconoció que este debate será resuelto en la Conferencia Intergubernamental (CIG).En el caso de la modificación de la ponderación de los votos en el Consejo -uno de los temas más delicados de resolver en la CIG de 1996- los países pequeños se han mostrado dispuestos a estudiar la posibilidad de encontrar una solución a la pérdida de representatividad de los Estados más poblados tras la ampliación de la UE. En este área sensible, Westendorp resaltó la necesidad de evitar "una disputa entre los países grandes y los pequeños".
La modificación de la actual rotación cada seis meses de la presidencia suscitó una propuesta novedosa para evitar, que las ampliaciones futuras alarguen excesivamente el derecho de cada Estado miembro a dirigir los trabajos de la UE. Frente al mantenimiento de la situación o al aumento del periodo de seis meses, se propone la puesta en marcha de presidencias colectivas semestrales de dos países para mantener una rotación similar a la actual. Así, cada país o grupo de Estados presidiría la UE cada seis años.
Una mayoría de países también se pronunciaron por mantener la regla de al menos un comisario por Estado miembro, mientras que la otra opción evocada incide en reducir más el número de miembros de la Comisión Europea. Aquí, Westendorp recordó que cada comisario no representa una bandera nacional.
Una de las propuestas que se avanzó ayer se centra en el reforzamiento del papel de los Parlamentos nacionales, calificados de 11 pieza básica en el proceso de construcción europea". Si la creación de una doble cámara en el Parlamento Europeo -compuesta por representantes de los parlamentos nacionales- fue rechazada, todavía queda por definir la manera de ampliar el control de las cámaras nacionales en el proceso comunitario.
La próxima reunión se celebrará a finales de mes en Toledo, donde el Grupo de Reflexión estudiará el tercer pilar: los temas de Justicia e Interior y la ciudadanía europea.
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