Vera admite que entregó 15 millones a Álvarez para una operación anti-ETA

El ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera, preso desde hace cuatro meses en Alcalá-Meco (Madrid) por su vinculación a los GAL, admitió ayer ante el juez Baltasar Garzón que entregó un cheque de 15 millones a Francisco Álvarez, pero indicó que su destino fue financiar una operación que afectaba a la seguridad del Estado, sobre la que se negó a entrar en detalles. En cambio, negó haber dado un cheque de siete millones al ex director de la Guardia Civil Luis Roldán, que éste aportó a Garzón como prueba de que cobraba sobresueldos con dinero procedente de los fondos reservados del Ministerio del Interior.En su comparecencia ante el juez, Vera fue preguntado por dos cheques: uno de 15 millones entregado al ex jefe de la Lucha Antiterrorista Francisco Álvarez y otro, de siete millones, cobrado por Luis Roldán. Respecto al primero, Vera dijo que tras leer las informaciones de prensa recordó que efectivamente, dio ese dinero a Álvarez.

Según fuentes de los letrados presentes en la declaración, Vera alegó que el dinero "fue para un servicio de la Seguridad del Estado". No dio más detalles, pero aclaró que todas las cantidades por él entregadas eran para la Seguridad del Estado y no para otra cuestión distinta.

El procesado explicó que los cheques de fondos reservados se expedían normalmente al portador, salvo que la persona que tenía que recibirlos indicase que los quería nominativos. Sobre el de siete millones expedido por la Secretaría de Estado para la Seguridad, que en su día presentó Luis Roldán, Vera aseguró que no sabe absolutamente nada. Afirmó con rotundidad que él no dio la orden de pago de ese cheque.

Era subsecretario

A preguntas del abogado de Roldán, sobre por qué ese cheque de siete millones era nominativo, Vera dijo que supone que quien autorizó su entrega lo hizo por seguridad en la custodia, al tratarse de una cuenta de la Seguridad del Estado. En el momento en que se expidió Vera era subsecretario y, según dijo, no tenía capacidad ni firma para disponer de los fondos reservados.Tras su declaración, Vera, elegantamente trajeado de gris y con camisa azul, obtuvo del juez Garzón permiso para poder comer en ruta, de regreso a la prisión, ya que no le era posible llegar al último turno del comedor carcelario. Garzón accedió a que con el acusado pudieran comer su mujer y su hijo. La comida tuvo lugar en un discreto restaurante de la localidad de Ajalvir, y a la misma se sumaron dos de los abogados de Vera. El ex secretario de Estado, que estuvo en todo momento vigilado por una decena de guardias civiles, se reintegró a la prisión pasadas las seis de la tarde.

Con anterioridad, Francisco Álvarez aseguró que el cheque de 15 millones se lo entregó Rafael Vera personalmente para pagar a un confidente de la lucha contraterrorista. Álvarez explicó que el confidente no quiso recoger el dinero en España, y como tardaba, él mismo lo ingresé en Induban a nombre de su esposa, para mayor discreción. Después le pagó al confidente, con los intereses bancarios incluidos.