"No descartamos ninguna línea de retirada del Golán"
Simón Peres, ministro israelí de Asuntos Exteriores, rehúsa revelar la profundidad de la retirada que Israel está dispuesto a efectuar en el Golán sirio que ahora ocupa a cambio de la paz con el régimen del presidente Hafez el Asad. "Eso debe ser negociado", dice a EL PAÍS, y la negociación con Damasco va a empezar en serio cuando el 27 de junio, en Washington, se reúnan por primera vez los jefes de Estado Mayor de ambos países.
"Por ahora", prosigue, "no es necesario ir más lejos de lo que hemos ido y dar detalles sobre las concesiones territoriales que estamos dispuestos a hacer". "En todo caso, no descartamos ninguna línea de retirada del Golán". A los israelíes les gustaría que el confín que les separe de Siria sea la línea divisoria del armisticio de 1948, mientras los sirios preferirían que fuese la que existió hasta la guerra de los seis días, en junio de 1967.
A Peres, que estuvo a principios de semana en Madrid, las conversaciones con Siria le hacen ilusión especialmente. "Consideramos la paz con Siria más importante que las demás negociaciones porque será la última", subraya. Con anterioridad, Israel negoció con Egipto, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y Jordania.
Peres confía en que habrá un tratado con Siria antes de que en noviembre de 1996 se celebren las elecciones generales en Israel, que pueden perder los laboristas. Si no fuese posible, le parecería una buena idea firmar con Damasco una declaración de principios similar a la que Israel suscribió con la OLP. "Todo aquello que pueda acercar a ambos países, aunque sea sólo provisional, es bueno para ir avanzando en el camino de la paz", recalca.
Un gran esfuerzo
Con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que dirige Yasir Arafat, Israel está, según Peres, "haciendo un gran esfuerzo para poder concluir antes del 1 de julio el acuerdo sobre la segunda fase de la autonomía", que prevé, entre otras cosas, la retirada del Ejército israelí de las ciudades de la CisJordania ocupada. Aunque no se respete del todo esa fecha, el ministro está convencido de que "los palestinos celebrarán sus elecciones [autonómicas] este año". Estaban previstas para julio de 1994.Peres alaba los esfuerzos de Arafat por acabar con el terrorismo islamista. Además de reprimir a los integristas, "está negociando con Hamás [movimiento islamista], pero no estoy seguro de que haya llegado aún a un acuerdo", afirma. "Le he dicho a Arafat que más le vale que en la autonomía haya diez opiniones y un solo fusil que no diez fusiles y una sola opinión".
Desde que llegó a Madrid, Peres no ha parado de elogiar la política española respecto a Oriente Próximo. Atribuye una gran importancia a la Conferencia Euromediterránea que bajo presidencia española reunirá en Barcelona en noviembre a los países de la Unión Europea y sus socios árabes e israelí. "No será una cita más, porque creo que acabará teniendo la misma importancia que la Conferencia de Madrid" de 1991.
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