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Susan Sontag afirma que el fascismo avanza peligrosamente en Estados Unidos

La escritora lamenta la pasividad de los intelectuales ante la guerra de Bosnia

Susan Sontag sigue siendo, a sus 62 años, una mujer enérgica y apasionada, incansable defensora de causas perdidas. La autora de Contra la interpretación acaba de publicar una novela de amor, El amante del volcán (Alfaguara), en la que da rienda suelta a su imaginación sin dejar de lado su punto de vista sobre las trampas de la realidad. Ahora comparte su tiempo entre Sarajevo y Nueva York, comprometida con una guerra que considera "un gran error histórico". A la vez, ve alarmada los cambios en Estados Unidos, donde advierte un peligroso avance del fascismo.

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Su característico mechón de pelo blanco le cae sobre la cara y no cabe duda de que es cierto lo que ella misma dice. "Me sorprende, pero no me siento de manera. distinta a cuando tenía 25 o 30 años, ni física ni mentalmente. Estoy esperando que le vejez me llegue de golpe, para ver si paro. No estoy cansada, estoy llena de energía, de entusiasmo y de pasión".No ha perdido la ilusión ni la fuerza después de varias décadas de activa militancia en todo tipo de causas relacionadas con la justicia social Y la igualdad de la mujer. "Vale la pena emprender estas actividades aunque no se vean resultados inmediatos", dijo ayer en conferencia de prensa. "Todo lo que vale la pena es valioso por sí mismo, no sólo por los resultados que se pueden tener; no deben ser medidos por sus logros utilitarios. Es importante defender esas causas de todas formas, a pesar de las decepciones".La principal "causa perdida" por la que lucha desde hace unos años Susan Sontag es la guerra en Bosnia. Hasta ahora ha pasado siete largas temporadas allá y critica la falta de visión de los intelectuales. "Creo que los intelectuales han fracasado respecto a la situación en Bosnia", dice con firmeza. "Lo que sucede allí es producto de un gran error histórico y trae un gran deshonor a, los que se consideran intelectuales, los que se dedican a hablar de asuntos. públicos".

"Son muy pocos los que han prestado atención a este conflicto; uno de los pocos, quizá el único escritor conocido, además de mí misma, que ha ido allá, es el español Juan Goytisolo. Le dije en abril de 1993 que debía ir a Sarajevo y fue. Yo le había dicho lo mismo a muchos otros escritores pero ninguno lo hizo. Aunque estuvo unos pocos días, Goytisolo escribió unos excelentes artículos para EL PAÍS. Mi trabajo es distinto".

"Yo no voy a Bosnia como escritora. Vivo parte de mi tiempo allá y trabajo en varios proyectos culturales y para la educación de los niños más pequeños. No estoy escribiendo un libro sobre ellos. Mi hijo, que es periodista, ha escrito uno magnífico que saldrá en Alfaguara dentro de unos meses. Fue él quien me interesó después de haber estado allá. Regresaré dentro de dos semanas. Ésa es la forma en que expreso mi solidaridad".

Sontag aclara, sin embargo, que no culpa a los intelectuales del resultado del conflicto. "Quienes han permitido el genocidio bosnio y dejado ganar a los serbios han sido sólo cerca de veinte personas", afirma, Ios gobernantes de las grandes potencias: Francia, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos. 'El abandono de Bosnia no es culpa suya, pero es su desgracia el no haber entendido que es el gran acontecimiento de nuestro tiempo. Se puede decir que el siglo XX empezó con el conflicto de Sarajevo y el siglo XXI está a punto de empezar de la misma manera".

Pero no es éste el único asunto político que le preocupa en este momento. El conservadurismo de su país tiene signos alarmantes que podrían augurar males mayores. "No soy la única que piensa que Estados Unidos está cambiando. Hasta ahora una élite culta y liberal gobernó el país e impuso sus altos estándares, y ahora ha sido desplazada a favor de esta ideología populista y reaccionaria que tal vez exprese el verdadero sentir de la mayoría, oculto durante todo este tiempo".

Clinton, "un desastre"

"Clinton es un desastre, un hombre extremadamente débil. Su único interés parece ser la economía, odia las relaciones exteriores y la política internacional. Cuando se le ataca cambia inmediatamente de parecer, y el resultado es que a la gente le desagrada aún más. El resultado es que las principales fuerzas del país son completamente reaccionarias". "La humillación de Hillary Clinton es una desgracia, y ella es mucho más interesante que su marido y, sin duda, más inteligente. Una persona seria con ideas serias y ahora tiene que jugar el papel del ama de casa, visitando hospitales y galas benéficas", señala la escritora.

"Pero el principal problema es que Estados Unidos es un país anárquico, en el que tener un arma es tan normal como tener un coche, y la gente cree tener igual derecho a ambas cosas. El país se está haciendo más violento, más anárquico, todo el mundo desprecia al Gobierno. Hablar de cualquier programa que tenga que ver con alguna idea de justicia social es casi imposible. El llamado Partido Demócrata, supuestamente liberal, se ha convertido en republicano y el republicano está liderado por gente con ideas y programas que pueden llamarse fascistas. Y el fascismo es el gran . peligro del mundo en estos días. Solíamos pensar que el fascismo era ese pequeño episodio en la Segunda Guerra Mundial y el comunismo el gran enemigo del siglo. Al final va a resultar que el comunismo fue un pequeño episodio -aunque en la Unión Soviética duró 70 años- y el fascismo la gran amenaza del siglo XX y el XXI. Y el fascismo, aunque no se le llame así, es el gran peligro en Estados Unidos".

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