Los héroes no están cansados
Homenaje en París a los españoles que ayudaron a la liberación de Francia
Durante dos días, París ha recordado la historia reciente de Europa a través de la contribución de los republicanos españoles a la resistencia y la liberación de Francia. Casi un centenar de antiguos combatientes, reunidos en la sede del Instituto Cervantes gracias a una convocatoria propiciada por la Federación de Asociaciones y Centros de Españoles Emigrantes en Francia (FACEEF) y la embajada, han reivindicado el papel desempeñado por quienes llegaron a Francia en 1939 como soldados derrotados por el franquismo.La reciente celebración de actos recordando el final de la II Guerra Mundial, el desembarco de Normandía o la liberación de París no había tenido en cuenta a esos miles de españoles -como mínimo, un 10% de los soldados que formaban parte de la resistencia francesa- que creyeron continuar al otro lado de los Pirineos la guerra que les había enfrentado al fascismo.
El testimonio de esos guerrilleros sumados al maquis o a las tropas regulares francesas y que, finalmente, intentaron incluso la fallida operación militar de invasión a través del valle de Arán fue el eje de unos debates organizados sobre tres temas: la llegada a los campos de concentración e internamiento, la entrada en la resistencia y los lazos entre el interior y el exterior.
Los historiadores Emil Temme, especialista en los llamados "campos en la playa"; Genevie Dreyfus-Armand, que ha estudiado aspectos de la aportación española al combate contra ocupante nazi, y Montserrat Casals, que se interesa por el papel jugado por los intelectuales en exilio y sus contactos con quienes quedaron en España y que reivindica el papel combatiente de éstos, apoyaron los testimonios heroicos y optimistas
Gente como José Goitia, Antoni Gardó, José Caballero, Pil Claver, Francisco Asensi o Jose Pamies, entre otros.
Todos constataron que el Estado español, hasta ahora, ha seguido olvidándoles incluso cuando los diferentes presidentes franceses inauguran monumetos en su honor. Para alguno sería válida la máxima "Dios perdona, pero Franco no".
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