CDC se ve impotente ante la reacción de Unió contra la ley del aborto

El partido de Jordi Pujol, Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), se considera impotente para modificar la decisión de sus aliados democristianos de Unió Democrática (UDC) de retirar su apoyo parlamentario al Gobierno cuando éste presente el proyecto para ampliar la ley del aborto. El portavoz de Convergència, Pere Esteve, expresó ayer su convicción de que el marcado carácter ideológico de Unió, que le impide contradecir la doctrina católica sobre el aborto, convierte en inamovible la decisión de los democristianos.La forma en que Unió ha tomado posición ha causado cierta sorpresa en Convergència, a juzgar por lo expresado por Esteve. Unió ha presentado en otras ocasiones sus disensiones sobre la política de la coalición CiU, pero lo ha hecho en el marco del comité de enlace que la dirige. Esta vez no ha sido así. El comité de enlace se reúne hoy en Barcelona y en él los dirigentes de Unió presentarán a los de Convergència dos hechos consumados: no sólo su decisión de votar contra la ampliación de la ley de aborto, sino la decisión unilateral, ya tomada, de retirarse de la mayoría parlamentaria formada por CiU y el PSOE.

Pujol, sin margen de maniobra

Este comportamiento, que deja a Jordi Pujol sin margen de maniobra y le debilita ante el Gobierno de Felipe González, será uno de los elementos que la dirección de CDC examinará esta noche, en la reunión de su comité ejecutivo, y el próximo fin de semana en el consejo nacional del partido, el máximo organismo de dirección política entre congresos.El paso dado por Unió añade un ingrediente más a las numerosas preocupaciones de Pujol. Y constituye, como el líder democristiano Josep Antoni Duran Lleida no oculta, un elemento más para empujarle a romper con los socialistas y a adelantar al otoño las elecciones autonómicas.

Los convergentes están también sumamente inquietos porque observan cómo el Gobierno desatiende sus reiteradas advertencias de que llevar adelante la ampliación de la ley sobre el aborto complicaría y endurecería sus relaciones con CiU. Esteve calificó ayer de "imprudente", que el Gobierno se lance por un camino que desemboca en la inestabilidad parlamentaria. Pero, a la vista de que lo hace, los nacionalistas catalanes se preguntan si, en el fondo, no será porque los socialistas pretenden "modificar el actual statu quo político".

Sin embargo, Convergència parece decidida a no dejarse arrastrar por un asunto que, en realidad, no afecta a sus planteamientos políticos esenciales. Su posición sobre el aborto es dejar que cada diputado vote según su conciencia. Esteve reiteró ayer que cualquier decisión sobre el apoyo al Gobierno será tomada examinando "la situación política en su globalidad". Esto incluye tanto la política económica como la autonómica y la europea.