La diferencia
Romero / Manzanares, Finito,RiveraToros de Ana Romero. José María Manzanares: pinchazo y estocada (oreja); pinchazo (oreja). Finito de Córdoba: pinchazo y estocada (oreja); dos pinchazos y estocada. Francisco Rivera Ordóñez: estocada (ovación); estocada dos orejas.
Plaza de toros de Ronda. 10 de junio.
Francisco Rivera Ordóñez marca la diferencia, de manera casi insultante, en un escalafón cuajado de toreros ventajistas. No es casualidad que sus actuaciones se cuenten por triunfos. En sus manos, el toreo es algo muy distinto a lo que se sufre en las plazas.
La emoción de descubrir el toreo ocurrió en el sexto toro, un inválido que embistió con nobleza, y ante el que Rivera Ordóñez dictó una lección de toreo. Se quedó quieto, embebió al toro con el capote y la muleta, y alargó la mano, y todo ello, en el sitio justo.
La corrida, sin embargo, fue una procesión de toros inválidos. Muy parado fue el primero de Rivera, ante el que sólo pudo mostrarse valiente. Los demás, muy nobles, carretones sin alma, y sin casta, se enfrentaron a dos señores que se dicen toreros. Manzanares no es figura de apreturas ni se complica la vida. Y el que no emociona nada es Finito. En Ronda fue un pegapases insípido.