Ojos de primavera

La primavera representa un importante caldo de cultivo para las conjuntivitis. El cambio estacional que se produce en estos meses, caracterizado por el aumento de la temperatura y la sequedad ambiental, propicia la aparición de esta enfermedad ocular, generalmente no grave, que es el más frecuente de todos los procesos oftálmicos.La conjuntivitis está causada por la inflamación de la membrana que cubre la cara interna de los párpados superior e inferior y la cara anterior del globo ocular. Esta membrana es la encargada de proteger el. ojo impidiendo el paso de gérmenes y otros elementos extraños al interior de la órbita.

Matilde Carreras, estudiante de 23 años, ha estado dos semanas de mayo con una conjuntivitis que no acababa de curársele, hasta que tuvo que ir al oftalmólogo: "Empecé con el ojo un poco rojo. Primero me apliqué un colirio que me dijo una amiga y luego otro que me aconsejaron en la farmacia. El ojo estaba cada vez más rojo y empezaba a molestarme bastante y a hacerme muchas legañas, así que no me quedó más remedio que ir al especialista".

El médico le diagnosticó una conjuntivitis vírica. "A las pocas horas de ponerme el colirio que me recetó", cuenta Matilde, "sentí una gran mejoría y el ojo recuperó su aspecto normal. A los cinco días no había ni rastro de la infección".

Gérmenes

"Al pasar del frío a las temperaturas cálidas y secas, el ambiente se carga de gérmenes, sobre todo virus y bacterias, y son muy comunes en esta época del año las conjuntivitis por estos microorganismos, más aún cuando hay contaminación ambiental", explica la doctora Concepción García Rubio, jefe de equipo de oftalmología en un centro de especialidades del Insalud, de Madrid.Esta especialista insiste en que cuando aparece una conjuntivitis lo mejor es acudir al médico y no automedicarse. "Hay diferentes tipos de conjuntivitis, según la causa que las provoca. Si no se aplica el colirio adecuado", añade, "el proceso continúa y se agrava. Además existen ciertos colirios, como los que contienen corticoides, que, si no están indicados, pueden suponer un riesgo serio para el ojo".

Esta enfermedad ocular puede ser de origen infeccioso (bacterias y virus), traumático (golpes), alérgico, por radiación solar mantenida y por agentes químicos.

Las propias de esta época primaveral y también las más frecuentes en general son las infecciosas y las alérgicas. Respecto a estas últimas, el doctor Miguel Hinojosa, alergólogo del hospital Ramón y Cajal de Madrid, asegura que con el calor y el ambiente seco este tipo de conjuntivitis aumentan considerablemente.

"En la consulta vemos un gran número de lo que llamamos conjuntivitis alérgica clásica", dice, "producida por una serie de neumoalérgenos o sustancias inhalantes que causan alergia, como el polen, los ácaros, los hongos ambientales y los epitelios de animales. Puede aparecer como único síntoma alérgico y muchas veces también asociada a dolencias como rinitis y asma".

En este tipo de conjuntivitis da excelentes resultados la inmunoterapia o vacunación antialérgica y también ciertos colirios, que alivian los síntomas.

Otro grupo importante de origen alérgico lo constituyen las vernales, muy características de los meses entre mayo y septiembre. "Se sabe que en estos pacientes hay un claro componente alérgico", explica Hinojosa, "pero no se conoce el agente causal. En este grupo aparece como síntoma muy destacado la fotofobia y un picor muy intenso. Siempre se aconseja a estos pacientes llevar gafas de sol, ya que la luz natural aumenta aún más el picor. Suele presentarse antes de la pubertad y entre los 20 y los 30 años. A partir de esta edad es rarísima".

Por último, está la conjuntivitis papilar gigante inducida por lentes de contacto, especialmente las blandas, que representan el 60% de las conjuntivitis alérgicas. Aunque ésta puede aparecer en cualquier momento del año, es mucho más común en la época primaveral. La causa se encuentra en los polímeros que componen la estructura química de la lente, en los depósitos calcáreos que con el tiempo van apareciendo en la lente o en algunas sustancias para limpiar las lentillas.

"Aquí es imprescindible", indica el alergólogo , "retirar las lentillas durante unas semanas, aplicar un tratamiento con colirios y poner nuevas lentillas".

Tipos de enfermedad

Existen pequeñas diferencias en cuanto a los síntomas y la duración de los distintos tipos de conjuntivitis. Las alérgicas suelen durar más, son bilaterales (afectan a los dos ojos) y el picor es mucho más intenso. En las infecciosas hay que tomar medidas higiénicas para evitar el contagio, frecuentemente afectan a un solo ojo, expulsan más secreción y con el tratamiento adecuado se curan en un tiempo más corto.Los especialistas aseguran que, aunque la conjuntivitis es un proceso molesto y llamativo (debido al enrojecimiento del ojo por la dilatación de los capilares y las venas), no supone ningún riesgo para la vista, exceptuando los casos aislados en que es producida por la irrupción de agentes patógenos muy virulentos, traumatismos importantes o sustancias químicas muy agresivas. En la edad infantil, las más comunes son las conjuntivitis infecciosas producidas por bacterias y las alérgicas clásica y vernal. En los adultos se presentan con más frecuencia las infecciosas causadas por virus y las alérgicas inducidas por lentillas blandas. Por sexos, esta afección ocular afecta por igual a hombres y mujeres.