Los ministerios proponen a Hacienda crecimientos moderados de sus gastos en lugar de recortes

La preparación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 1996 ha llegado ya a un nivel en el que las decisiones deben tomarse en el seno del Consejo de Ministros porque en los escalones inferiores es imposible alcanzar acuerdos sobre la reducción necesaria para cumplir los objetivos de déficit contemplados en el Plan de Convergencia. En medios del Gobierno se considera que el ministro, de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, podría llevar la discusión de las grandes cifras ministeriales a la mesa del Consejo de Ministros de la próxima semana.Hacienda trasladó hace unas semanas a cada ministerio su propuesta de reducción mínima de las partidas presupuestarias que deben realizarse y las escasas contestaciones que se han recibido no contemplan esa reducción sino "los incrementos mínimos que los ministerios consideran imprescindibles para poder acometer la programación del año que viene", señalan fuentes de este ministerio.

Las discrepancias, pues, son tan claras que es imposible seguir avanzando en el cuadre de las cifras sin que haya una decisión política de un nivel superior.

"Los responsables de cada ministerio no quieren aceptar reducciones globales de sus presupuestos sin que su responsable lo haga antes", señalan en el Gobierno, "y en Hacienda no están dispuestos a admitir incrementos presupuestarios".

No todos los ministerios han respondido ya a la propuesta inicial de Hacienda de recorte de gastos. Pero los que lo han hecho piden "un aumento, pequeño, en tomo al crecimiento nominal de sus gastos" incompatible con los objetivos generales aprobados por el Gobierno, de mantener como meta el Plan de Convergencia con la UE que implica reducir el déficit público desde el 5,9% en que se espera termine 1995 al 4,4% en 1996.

Para ello todos los ministerios deben reducir sus gastos respecto a los comprometidos en 1995 ya que el esfuerzo que se va a exigir está en tomo a los 800.000 millones. Los mayores ingresos previstos por una mayor actividad económica se destinarán en su práctica totalidad a hacer frente al incremento de algunos gastos ya comprometidos.

Estos gastos que van a ser superiores a los de este año son: pensiones, por el, mayor número de pensionistas y por la revalorización automática ya pactada para toda la legislatura; salarios de funcionarios, cuyo incremento también está ya pactado aunque la cifra global puede ser inferior si se producen mayores bajas que incorporaciones; intereses de la deuda, que crecerán como consecuencia de los mayores tipos y del mayor volumen de deuda en circulación; gastos en sanidad derivados del compromiso alcanza ¿lo con las comunidades autónomas; y las aportaciones a las comunidades autónomas y a la Unión Europea.

Recote de desgravaciones

Para que cuadre el presupuesto, el resto de las partidas debe disminuir. Junto a los recortes. en los ministerios, el Gobierno estudia reducir las deducciones y desgravaciones fiscales existentes para empresas y familias, "especialmente las de las empresas", recalcan en Economía y Hacienda, "aunque no hay todavía nada decidido al respecto".El Gobierno se comprometió hace algo más de un mes a reducir en un 10%, 100.000 millones de pesetas, el peso presupuestario de las empresas públicas en 1996. La idea sería hacer algo similar con las subvenciones a las empresas privadas. Se trata de tomar la decisión de cuáles de las numerosas medidas de apoyo fiscal que existen para las empresa no tienen sentido en la actualidad o no cumplen los objetivos para los que fueron establecidas.

En las deducciones y desgravaciones de las que se benefician las familias en Hacienda se han limitado a elaborar un cuadro sobre la repercusión fiscal que tienen cada una de ellas y la distribución de su uso por tramos de renta. Junto a ello se da una "pequeña y estricta" explicación individual de por qué se adoptaron cada una de ellas y lo que podría significar el que se decidiera modificarlas en un sentido u otro. Será el Gobierno quien tome la decisión final.