Asturias, pendiente de Izquierda Unida

Las posibilidades de que Izquierda Unida (IU) dé su apoyo al PSOE para que éste pueda seguir gobernando Asturias son escasas. Y a juzgar por las declaraciones, tanto públicas como privadas, de los dirigentes de la coalición de izquierda en la región, altamente improbables. Los dirigentes regionales de los sindicatos UGT y CC OO han hecho un llamamiento a PSOE e IU para que hagan posible un gobierno "progresista".

Aunque en el electorado de Asturias sigue predominando el voto de izquierda (PSOE e IU captaron el 50% de los sufragios frente al 42,17% del PP), IU ha anunciado que presentará su propio candidato, Gaspar Llamazares, a la presidencia del Principado.La dirección de IU ha condicionado cualquier acuerdo a la aceptación de un decálogo de compromisos cuya asunción, en tanto que son en su mayor parte decisiones de ámbito estatal, no está al alcance de un gobierno regional. Los dirigentes asturianos de IU consideran que "no se dan las condiciones para alcanzar acuerdos de gobierno y pactos de legislatura con ningún partido".

Lo que está en juego ahora es la gobernabilidad de la región, sometida además a un gravísimo reto a corto plazo: vencer el declive industrial y acometer la transición hacia un modelo de economía no dependiente del sector público. El pasado domingo el PP obtuvo su primera victoria en Asturias en unas elecciones autonómicas y municipales, pero los 21 escaños logrados no le garantizan un gobierno fácil, a falta de dos diputados para alcanzar la mayoría absoluta. De asumir esa responsabilidad, el PP deberá gobernar en una cámara en la que las fuerzas de izquierda (17 escaños del PSOE y seis de IU) serán hegemónicas.

El Estatuto de Autonomía de Asturias no permite el voto en contra de ningún candidato. Por lo tanto, de no obtener nadie, como es previsible, mayoría absoluta en la primera votación, bastaría que en la segunda o tercera IU se votara a sí misma o se abstuviera para que Sergio Marqués, candidato del PP, sustituyera al socialista Antonio Trevín al frente del Ejecutivo regional. El PP pide que se le deje gobernar en tanto que partido más votado, y ofrece negociar con el resto de las fuerzas parlamentarias un gran pacto para el futuro de Asturias sobre cinco materias básicas: comunicaciones, reindustrialización, empresa pública, agricultura y autogobierno.

Pero, de gobernar, sobre el PP penderá la posibilidad de una moción de censura pactada por PSOE e IU si el PP triunfara en las próximas elecciones generales, de forma que, como admiten en privado dirigentes de IU, el contexto y las circunstancias se modificaran.

El desencuentro entre IU y el PSOE se remonta a 1992, cuando la coalición de izquierda decidió retirar el apoyo parlamentario que le había prestado al PSOE desde que en 1987 este perdiera la mayoría absoluta. Desde hace tres años el PSOE gobernó en minoría con el apoyo de los dos diputados del CDS.

Las condiciones que IU exige para alcanzar un acuerdo en la Cámara son muy onerosas y algunas de ellas difícilmente negociables por la dirección regional del PSOE: convocar un referéndum por la autonomía plena el próximo 8 de septiembre, destitución de los gestores del grupo siderúrgico público CSI y dar marcha atrás a su nueva estructura societaria, garantizar la, estabilidad de Hunosa hasta el año 2000, licitar el año próximo la variante ferroviaria de Pajares, garantizar que no se privatizará la empresa estatal del aluminio Inespal, entre otras.

El PSOE quiere acuerdos recíprocos con IU en la comunidad y en los Ayuntamientos, pero la coalición separa radicalmente ambos ámbitos.