Secuestradores con escrúpulos

"Íbamos a encerrarnos en un centro oficial de Vigo, pero nos enteramos de que nos estaban esperando los romanos [la policía] para mazarnos [apalearnos] y no hubo más remedio que cambiar la acción sobre la marcha". Así explicaba Lois Diéguez, portavoz de la Confederacíón Intersindical Galega (CIG), el sorprendente secuestro de un barco de pasajeros, ayer, en la ría de Vigo. No es la primera vez que se recurre a este tipo de iniciativas en esas aguas. Los trabajadores de la construcción naval sentaron el precedente durante sus contundentes movilizaciones de la década pasada.Ayer, las poblaciones de la península del Morrazo (Marín, Bueu, Cangas y Moaña) amanecieron con el síndrome de estas otras movilizaciones, las que protagonizan desde hace varias semanas los marineros paralizados por las negociaciones pesqueras con Marruecos. Varios centenares de ellos se concentraron en Cangas, en cuyo centro urbano cortaron el tráfico. Después, a las nueve de la mañana, un grupo subió al Catamarán, uno de los barcos que cubren el transporte marítimo de la ría, mezclándose con su pasaje. Tendrían que haber llegado a Vigo al cabo de 25 minutos. Pero a mitad del trayecto, cuando el barco se hallaba enmedio de la ría, cuatro encapuchados irrumpieron en el puente.

No llegaron a pronunciar palabra. Indicaron al capitán, por escrito, que parara máquinas y así dieron por iniciado su secuestro, con un centenar de pasajeros a bordo. No hubo mayores violencias. Después de algo más de una hora, por la tensión de la situación o meramente por el bamboleo del barco sin máquina, una mujer se desmayó, y los secuestradores decidieron reaccionar como caballeros. Ordenaron al Capitán que regresara a Cangas para que la mujer recibiera la asistencia precisa. La Guardia Civil, que esperaba en puerto, nopudo identificar a los secuestradores, que se habían desprendido de sus capuchas y se mezclaron con el resto de la marinería contestataria. De principio a fin, la acción no había durado más de dos horas.

"No ha sido más que una de las muchas jornadas de lucha que se avecinan, porque no estamos dispuestos a rendirnos, a hacer dejación de nuestros puestos de trabajo ni de la defensa del sector pesquero gallego", dijo Lois Diéguez. Pero el secuestro de ayer ha roto la unidad de acción sindical de la CIG con CC OO y UGT, cuyos delegados se vieron tan sorprendidos por la acción de los encapuchados como el resto de los pasajeros. Ahora acusan a la CIG (le haber actuado en contra de los intereses de los. marineros.

El transporte marítimo de la ría estuvo suspendido hasta media tarde. Después se reanudó, bajo vigilancia de la Guardia Civil.