El Gobierno británico envía 1.400 soldados a Bosnia para apoyar a los 'cascos azules'

LOLA GALÁN El apresamiento de 33 soldados británicos del contigente de cascos azules por tropas serbias en Gorazde ha provocado una auténtica convulsión política en el Reino Unido. El primer ministro conservador, John Major, decidió el domingo convocar una reunión extraordinaria del Parlamento para el miércoles, interrumpiendo las breves vacaciones de primavera, algo que no ocurría desde el miércoles negro de septiembre de 1992, cuando la tormenta monetaria obligó al Reino Unido a sacar la libra del Sistema Monetario Europeo. Mientras se prepara el debate político, un nuevo contingente de 1.400 soldados británicos de infantería tiene previsto abandonar hoy Inglaterra rumbo al puerto croata de Split. La misión de este contingente, según indicó ayer el ministro de Defensa, Malcolm Rifkind, es proteger a las fuerzas de paz de Naciones Unidas desplegadas en la antigua Yugoslavia. .

Las nuevas fuerzas irán pertrechadas con 22 helicópteros anticarros de combate, armamento pesado y equipamiento especial para establecer puentes y limpiar de minas zonas de fuerzas hostiles. Ha sido descartado que estas fuerzas sean utilizadas en la liberación de los cascos azules prisioneros de los serbios.

La intención del Gobierno británico es proponer a sus aliados de la ONU y de la Alianza Atlántica que estas fuerzas pasen a formar parte de una más amplia estrategia de consolidación de las tropas de la ONU. En las próximas tres semanas, y si la situación no mejora en Bosnia, la intención de Londres es reforzar su presencia militar en la zona hasta un total de 5.500 soldados.

Estas tropas adicionales constituyen un "claro e inconfundible mensaje" a los líderes serbios de la maltratada república ex yugoslava, de la importancia que otorga el Reino Unido a la seguridad de los secuestrados, según Londres.

Los 33 rehenes británicos -miembros del regimiento de fusileros 33 Royal Welch- se encontraban ayer en contacto directo con el cuartel general de las tropas de Naciones Unidas en la zona. "La seguridad del personal británico es uno de los intereses vitales de nuestro país", añadió Rifkind, "cualquier daño infligido a estas fuerzas tendría severas consecuencias".

Reunión extraordinaria

La noticia del apresamiento de los 33 cascos azules en Gorazde, considerada como zona de seguridad de la ONU, motivó el domingo una reunión extraordinaria en Londres presidida por Major, a la que asistieron los principales miembros de su Gabinete y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Peter Inge. Después de tres horas de discusiones, Major decidió reforzar la presencia de soldados británicos en suelo de Bosnia hasta 5.500 soldados. La dificultad reside, sin embargo, en cómo afrontar la ofensiva serbia contra los cascos azules sin convertir a las fuerzas de paz en fuerzas "de guerra".

Según la prensa británica, varios ministros del Gobierno de John Major apoyan al comandante en jefe de las fuerzas de Naciones Unidas en Bosnia, el general Rupert Smith, partidario de autorizar a las tropas a sus órdenes a combatir a los serbios antes de ser apresados y convertidos en rehenes.