Los partidos rechazan la propuesta del Gobierno italiano sobre televisión
El intento del Gobierno italiano de introducir un proyecto de ley para evitar que se celebren los referendos sobre la reforma del sistema televisivo fue rechazado ayer por todos los partidos, que, por la noche, volvieron a declarar rotas unas negociaciones reabiertas al hilo de la iniciativa del Gabinete. Todo indica que, probablemente, los italianos se pronunciarán el próximo 11 de junio sobre si Silvio Berlusconi debe renunciar a dos de las tres cadenas de televisión que hoy tiene. Pero casi nadie descarta que la negociación se reanude en cualquier momento.El primer ministro, Lamberto Dini, podría presentar todavía su proyecto de ley e incluso proceder por decreto, aunque es poco probable que lo haga, ya que, en ese caso, se jugaría la continuidad del Gabinete. Dini está tratando de promover un acuerdo que abarque desde la reforma de las pensiones a la del sistema televisivo, pasando por el punto fundamental de la fijación de la fecha de las próximas elecciones generales.
Sus esfuerzos para que se llegue pacíficamente hasta la nueva cita electoral, sin sobresaltos que perturben su política de saneamiento financiero, chocan con la determinación del líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, de que no se vuelva a votar en las mismas condiciones de dominio de los medios de comunicación por parte de Berlusconi.. Bossi, por otra parte, fomenta la creación de un centro político que requerirá tiempo, y no tiene ningún interés en que se renueve el Parlamento a corto plazo. El Partido Democrático de la Izquierda (PDS) desea, en cambio, las elecciones en otoño, y se ha mostrado más abierto a un compromiso con la derecha. La totalídad de los partidos coincidieron ayer al menos en algo: en rechazar la propuesta gubernamental que vino a salvar in extremis el punto muerto en que las negociaciones para evitar los referendos cayeron durante la jornada del pasado martes. La oferta del Gobierno de que tanto la RAI, la televisión estatal, como Fininvest, el grupo de Berlusconi, se desprendan de una cadena televisiva en 1987 y de otra en 1988 no gustó ni al líder de Forza Italia ni al centro-izquierda, que había propuesto que sólo Fininvest cediera una cadena en 1986 y otra en 1988.
Pero el gesto de Dini tuvo al menos la virtud de hacer que se reabrieran las negociaciones sobre la propuesta del centro izquierda declaradas oficialmente rotas en la tarde del martes. A mitad de la jornada de ayer, portavoces de Forza Italia se mostraron optimistas e informaron a la prensa de que había acuerdo sobre siete de los ocho puntos a debate. Claro que, el punto restante se refería precisamente al número de televisiones que podrá tener un sólo empresario y a los plazos de aplicación del nuevo límite.
El optimismo del centro-derecha pretendía abrir el camino a la nueva propuesta hecha por Forza Italia en el seno de la comisión parlamentaria que se ocupa del asunto: se trataba de que la izquierda aceptase que, en vez de reducir la emisoras en manos de Berlusconi -ya que éste es el único empresario privado que tiene televisiones en Italia- baste con que éste suprima los espacios informativos en dos de sus tres canales. El PDS y la Liga rechazaron esta propuesta
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